Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Congresos de PSN e IUN, una izquierda española que se recoloca en Nafarroa

El Congreso del PSN ha refrendado la senda de María Chivite de pactar con EH Bildu como freno a la derecha, con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, como gran valedor. En IUN, el nuevo coordinador general se presentó a los suyos. Carlos Guzmán ofrece, sobre todo, juventud. 

Cerdán, Chivite y Alzórriz, durante el Congreso. (PSN)
Cerdán, Chivite y Alzórriz, durante el Congreso. (PSN)

El Congreso del PSN no da como para imprevistos. María Chivite era la única candidata a dirigir el partido y revalidó el cargo de secretaria general con el 97,22% de los votos. No hay oposición, aunque no es que el PSN no albergue otras almas dentro de su militancia. La Agrupación de Iruñea, sin ir más lejos, no comulga tan claramente con eso de pactar con EH Bildu.

La unidad del PSN tiene más que ver con la disciplina de partido –cuando la línea política era justo la contraria, la formación tampoco mostraba grandes fisuras– y con las mieles de estar gobernando, que hace que todo sea más fácil.

Aunque la falta de discusión resta interés a la cita, en el XII Congreso trajo bastantes más cámaras que de costumbre. Buscaban a Santos Cerdán, el electricista de Milagro que ha llegado a ser el secretario de Organización del PSOE tras la caída del exministro José Luis Ábalos. El de Cerdán es el cargo de mayor peso que ha alcanzado un militante del PSN en décadas. 

Así, del Congreso del PSN de este sábado han salido titulares de refrendo a Meritxell Batet o calificativos despectivos para Casado, a quien Cerdán ha llamado «patriota de hojalata». 

En lo que a Euskal Herria respecta, se diría que el PSN es el partido que mejor acogida ha dado a los pasos de EH Bildu y Sortu. «Navarra es plural, es una sociedad abierta, diversa y tolerante. Los que quieren dar carnés de navarro sólo a los que piensan como ellos no han entendido la tierra que pisan», ha dicho al respecto este sábado Cerdán. 

También el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha hecho referencia al cambio de rumbo en la política de alianzas de la formación. «Después de muchos años,
hacemos política sin dudas porque estamos seguros de los pasos que damos».

Para Alzórriz, «la política es construir y nuestra acción no tiene otro objetivo que Navarra avance». Asimismo, ha destacado que «los socialistas son el partido que potencia lo que une a los navarros y aleja lo que nos separa, sin complejo,
con convicciones».

De Marisa de Simón a Carlos Guzmán

El cambio en Izquierda Unida es difícil de ver, porque el nuevo líder de la formación es aún un desconocido. Ha trabajado en el Parlamento como asesor, pero con 30 años tiene poca trayectoria. Apenas empezando, Carlos Guzmán se ha hecho ya con el partido. 

En el Congreso de este sábado se ha despedido entre aplausos a Marisa de Simón, que ha liderado el partido los últimos años y que seguirá como única parlamentaria de la formación. De Simón tiene 62 años, por lo que el relevo generacional es evidente.

Además, Guzmán no sale del oficialismo, sino que batió al candidato Iñaki Bernal, que venía apadrinado por el exparlamentario José Miguel Nuin, el hombre más importante de la última etapa de la coalición. 

El nuevo coordinador general ha estado elegante con Bernal y ha lanzado algunas consignas, sin que se desprenda de ellas gran sensación de viraje. «Ratificamos nuestro compromiso con el desarrollo del acuerdo político que da sustento al actual Gobierno de Navarra», ha afirmado

Guzman ha añadido que IUN será «una fuerza totalmente fiable para mantener a las derechas alejadas del poder» y que nadie podrá contar con ellos para «facilitar gobiernos de la derecha tradicionalista».

«A este Gobierno le reconocemos la buena gestión realizada en los momentos más cruentos de la pandemia, pero también debemos señalarle los debes que quedan en la balanza», ha afirmado el nuevo coordinador general. 

En la actualidad, IUN tiene una única diputada, De Simón. Chivite les invitó a formar parte del Gobierno, pero no accedieron, a diferencia de Podemos. Formalmente, son un apoyo externo, como el de EH Bildu, con la particularidad de que aritméticamente no pesan demasiado. La mayoría real que le vale a Chivite se alcanza con la suma de PSN, Geroa Bai y EH Bildu, que controlan 27 escaños de los 50 que tiene el Parlamento foral. 

El gran reto de Guzmán pasa por entenderse –o no– con Podemos, cuya dirección también ha sido renovada. Los anteriores dirigentes no se pusieron de acuerdo para replicar la candidatura conjunta de Unidas Podemos en Nafarroa.