Hace diez años, el entonces presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero esperaba solo en su despacho el anuncio de ETA de cese definitivo de su actividad armada, y lo hacía sin dejar de mirar la página web de GARA, según ha desvelado recientemente él mismo. Con sus palabras, Zapatero reconocía la importancia de este medio para seguir la actualidad, para no perderse grandes acontecimientos como aquel.  

Hace ya diez años, la prensa estaba sumida en una crisis estructural que con el tiempo no ha hecho más que agudizarse, y ya son muchos los que vaticinan el final del papel.

Pese ese contexto hostil, GARA ha mantenido su referencia en el panorama informativo vasco que tan bien expresa la anécdota de ZP, hasta el punto de que en los últimos años, cuando más se podía prever un descalabro, se ha producido el insólito hecho de que su audiencia haya aumentado, con artículos mejores y peores, más o menos interesantes, pero sin periodismo basura ni trampas para subirla.

Según los datos obtenidos del estudio de audiencias de CIES y de Google Analytics, en los últimos cinco años la audiencia de GARA ha aumentado hasta los 171.260 lectores diarios de media, lo que supone un 13% de crecimiento en ese periodo.

Lógicamente, para alcanzar esa cifra ha tenido mucha influencia la subida registrada en internet, tanto en los enlaces a noticias como en las descargas en formato PDF. No pocos lectores tradicionales de prensa han encontrado en ese último formato la alternativa al soporte físico del papel.

Estos datos muestran que GARA sigue siendo muy importante para que la ciudadanía vasca se informe y contraste opiniones, más aún con la aparición de nuevos temas y cuestiones de interés. Destaca el trabajo realizado en relación a la pandemia, en el que han primado el rigor y la responsabilidad.

En general, GARA es un producto compacto que ofrece una visión general de nuestro entorno y el mundo con vocación de aportar a un futuro mejor.

Además de a la crisis de la prensa y a la situación creada por la covid-19, GARA ha tenido que hacer frente al expolio de más de tres millones de euros devenido de la injusta atribución de la deuda a la Seguridad Social del también injustamente clausurado diario “Egin”.

Comunidad, kiosco, hostelería

Todas esas circunstancias harían insostenible cualquier proyecto, por lo que adquiere aún más valor el aumento de audiencia logrado por GARA durante estos cinco años, con ese lastre económico a sus espaldas que dificulta un normal desarrollo. La comunidad que sostiene este proyecto es sin duda su mayor activo.

En ese esfuerzo para mantener y agrandar su influencia, GARA había comenzado una labor para aumentar su presencia en la hostelería, y ese trabajo estaba dando sus frutos, pero el duro revés de la pandemia se ha dejado sentir especialmente en este sector. Es una línea de trabajo que GARA espera retomar en adelante.

Al fin y al cabo, pese al aumento de internet, el soporte físico de papel sigue siendo importante para un proyecto de comunicación como este. Su presencia en los kioscos le da solidez y credibilidad.