El Consejo de Seguridad de la ONU ha apurado el plazo para prorrogar el mandato de su misión en el Sahara Occidental, tras semanas de presiones desde el Estado ocupante marroquí y críticas desde el Frente Polisario.
La misión que en 1991 se encargó de organizar un referéndum de autodeterminación ha quedado reducida a mera observadora de un alto el fuego que ya no existe, y sin ningún cometido político ni la observación de los derechos humanos en el territorio ocupado.
Como viene siendo habitual, la resolución, redactada por Estados Unidos, ha tenido un tono y unas ideas más cercanas a las tesis de Marruecos, lo que ha dejado claro el embajador marroquí, Omar Hilale, a la salida de la reunión.
Para Hilale, la resolución se adapta a todas las tesis de Rabat y a su propuesta de autonomía, y «desnuda las alegaciones de Argelia sobre una pretendida guerra hollywoodiense e ignora por completo esa narrativa guerrera».
Para el Polisario, es desalentador
En cambio, le representante del Frente Polisario, Sidi Mohamed Omar. apoyado por la embajadora de Sudáfrica, ha lamentado que «el resultado es muy desalentador, pues no responde a la gravedad de la situación sobre el terreno; el Consejo de Seguridad, responsable último de mantener la paz y la seguridad, no ha hecho nada en absoluto».
Se refería Sidi Omar a la escueta mención en la resolución a la ruptura del alto el fuego en noviembre de 2020, que derivó en una guerra de baja intensidad que Marruecos ni siquiera reconoce y que ha supuesto el fin de una tregua observada durante casi treinta años.
«No habrá un nuevo alto el fuego mientras Marruecos persista, con total impunidad, en su ocupación del Sáhara Occidental», ha subrayado el Frente Polisario.
Argelia rechaza el formato
El embajador marroquí ha tratado además de involucrar a Argelia en el conflicto, según la clásica tesis marroquí de que el problema del Sáhara se reduce a un diferendo regional entre Marruecos y Argel, y que el Polisario no es sino un títere de Argelia, pese a que está reconocido por la ONU como único representante del pueblo saharaui.
Precisamente la implicación o no de Argelia puede dar al traste con el nuevo intento de negociaciones encargado por el Consejo de Seguridad al diplomático Staffan de Mistura, nombrado Enviado Personal para el Sáhara y que el próximo día 1 de noviembre comienza su mandato.
El Consejo de Seguridad pide en su resolución a Marruecos, Argelia, el Polisario y Mauritania «cooperar más plenamente entre sí, incluyendo medidas de construcción de confianza, y con las Naciones Unidas» y «anima a la reanudación de consultas» entre las cuatro partes.
Pero la semana pasada el representante de Argelia ante la ONU rechazó «firmemente toda referencia a cualquier compromiso en su nombre para participar en esas mesas redondas» como las organizadas en 2018 y 2019 en Suiza por el anterior Enviado Personal, Horst Kohler. En su lugar, Argel reclama negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario.
A lo cual el embajador marroquí ha respondido hoy «si Argelia no se presenta (a esa ronda de contactos), sencillamente no habrá proceso político».
Países como Kenia y Rusia también han pedido negociaciones diplomáticas directas y han criticado la resolución calificándola de desequilibrada. Además, han demandado una terminología que refleje la actual situación y reconozca el derecho de pueblo saharaui a la autodeterminación.
Finalmente, se ha aprobado con la abstención de Túnez y Rusia.
Rabat se felicita por la resolución
Staffan de Mistura comienza la próxima semana su mandato con una ronda de contactos en Nueva York, sin que se sepa cuándo programará una visita a la región, ni si Rabat le permitirá siquiera acceder al territorio ocupado.
Marruecos se ha felicitado además que la nueva resolución del Consejo de Seguridad no haya cambiado el formato del proceso de las negociaciones que mantiene bloqueada cualquier posibilidad de solución y asegura la ocupación.
El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, ha subrayado que las mesas redondas son el único mecanismo para administrar el proceso político y se ha alegrado también de que el Consejo de Seguridad haya insistido en la necesidad de «una solución política y mutuamente aceptable para el conflicto en el lugar de reactivar 'viejos planes', en alusión a la celebración de un referéndum de autodeterminación, que es el mandato original de la Minurso y que Marruecos rechaza de forma categórica.
El responsable del dossier del Sahara en el ministerio argelino de Exteriores, Amar Belani, consideró el pasado 12 de octubre que la fórmula de las mesas redondas «ya no es útil», porque está instrumentalizada por Marruecos para decir que Argelia es parte del conflicto del Sahara.