Begoña L.V., la joven excandidata de Vox que denunció una falsa agresión que atribuyó a jóvenes magrebíes el pasado 24 de octubre en Gasteiz, solo tenía «rozaduras» y «rasponazos» cuando acudió a Urgencias del Hospital de Santiago aquella madrugada. Ello no fue óbice para que los medios e instituciones que dieron eco a su relato, ya desde el inicio dudoso por la patente intencionalidad política de fondo, hablaran de modo casi unánime de «agresión brutal», perpetrada «con gran violencia».
Estos calificativos contribuyeron a que la denuncia tuviera un gran impacto mediático los días posteriores, muy por encima de otros casos similares, generalmente agresiones de carácter machista.
En concreto, esto es lo que señaló el líder de Vox, Santiago Abascal, en un tuit: «Otra vez. Esos desalmados eran magrebíes. Y destrozaron la cara de la joven por no llevar el rostro cubierto».
El alcance real de las lesiones es uno de los datos que revela este jueves ‘El Correo’. Al parecer, esos rasguños serían fruto de caídas o golpes de la joven en su retorno a casa de madrugada, puesto que en las imágenes visionadas por los investigadores se le advierte «tambaleándose» en varios tramos o golpeándose con una papelera.
Con todo, la contradicción principal, siempre según este medio, estriba en que Begoña L.V. ofreció hasta cuatro versiones diferentes sobre el recorrido hecho desde Alde Zaharra de Gasteiz hasta el barrio de El Batán, donde situó la agresión.
Cambiando versiones
Así, se apunta que también empezó afirmando que había sido agredida por cuatro jóvenes y luego lo acabó reduciendo a uno.
La Ertzaintza aprecia que fue adaptando su versión a las posibilidades reales de ser creída. Pero el caso es que, tras analizarse todas las videocámaras de la zona, no se advierte agresión alguna ni tampoco potenciales atacantes.
También resulta llamativo que en la primera llamada a los servicios de emergencia realizada por un familiar se apuntara a una posible agresión sexual y que en cambio la joven remarcara al día siguiente en medios que no había tal objetivo. La definió como una agresión sin esta motivación y que quiso atribuir en todo momento al origen de los inexistentes atacantes.
‘El Correo’ añade que se ha puesto en contacto con Begoña L.V. para recoger su versión pero que la excandidata de Vox a Juntas de Araba no ha querido pronunciarse por consejo de sus abogados.
La Ertzaintza ya ha presentado cargos contra esta joven de 30 años en la Audiencia de Araba, por «simulación del delito». Se trata en principio de una acusación menor. Habrá que ver si puede agravarse por el componente de odio añadido que conlleva haber tratado de acusar falsamente a un colectivo determinado y minoritario.