El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este martes que el país va a construir nuevas centrales nucleares, por primera vez en décadas, para garantizar su independencia energética sin contribuir a la aceleración del cambio climático.
En una alocución televisada, centrada en la pandemia y en la recuperación económica, Macron ha avanzado que «por primera vez en varias décadas, se relanzará la construcción de reactores nucleares y se proseguirá con el desarrollo de las renovables».
Aunque no ha dado detalles, Macron ya dijo el mes pasado que una de las apuestas del Gobierno sería por reactores nucleares de pequeño tamaño del tipo SMR, más rápidos y baratos de construir, con una potencia instalada de unos 170 MW por unidad.
El Estado francés obtiene aproximadamente el 70 % de su electricidad de la energía nuclear, gracias a los 45 reactores atómicos que siguen en activo.
Un conglomerado de empresas estatales construye desde 2007 un reactor de nueva generación, del tipo EPR, con unos 1.650 MW de potencia, en Flamanville (Normandía), pero el proyecto está plagado de problemas técnicos y sobrecostos que han causado largos retrasos.
Macron ha asegurado que el inicio de la construcción de nuevos reactores ayudará a garantizar la independencia y el aprovisionamiento energético del país, a la vez que se avanza hacia el objetivo de que el Estado francés alcance la neutralidad de sus emisiones de carbono para 2050.
Esta medida choca con el programa de desconexión de reactores nucleares, en el que está previsto desconectar de aquí a 2035 12 reactores, al menos los más antiguos, como se empezó en junio del año pasado con el de Fassenheim, el más antiguo del país.
Para 2035, el Gobierno francés esperaba haber reducido en un 50% la parte nuclear de la producción eléctrica, meta que ahora puede quedar revisada.