Un votante de Vox ha aceptado seis meses de cárcel y una multa de 1.800 euros por haber agredido a tres apoderados de ERC, la CUP y Barcelona en Comú durante las elecciones municipales y europeas de 2019 en Barcelona motivado por su rechazo hacia «la ideología de grupos de extrema izquierda independentista».

El simpatizante de Vox ha llegado este viernes a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que ha admitido que cometió un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas en concurso con uno contra la integridad moral y uno leve de lesiones, además de otro leve de lesiones y un delito electoral con agravante de motivación por ideología.

En su sentencia, la Audiencia de Barcelona le ha impuesto también una pena de tres años y medio de inhabilitación para profesiones del ámbito educativo, docente, deportivo o de tiempo libre y de un año para sufragio pasivo y ha acordado suspender su ingreso en prisión bajo la condición de que no delinca en dos años y se someta a programa de igualdad de trato y no discriminación.

Deberá indemnizar además con un total de 1.000 euros a las víctimas por las lesiones y daños morales causados y no podrá acercarse a ellas a menos de 1.000 metros ni comunicarse por ningún medio durante cuatro años.

Tatuajes y mensajes neonazis

Los hechos se remontan al 26 de mayo de 2019, cuando acudió con vestimenta neonazi al colegio electoral del barrio barcelonés de Ciutat Meridiana, en Nou Barris, para ejercer su voto en los comicios municipales y al Parlamento Europeo.

Al llegar, un apoderado de la CUP salió a su encuentro y le preguntó si le podía ayudar, a lo que el procesado le espetó con actitud «desafiante»: «Tú no vas a meter ningún voto en mi sobre, yo soy de Vox», «hijo de puta», «estos lo que quieren es romper España» y «rojo de mierda». Seguidamente, pasó por el lado de un apoderado de ERC, a quien también señaló con el dedo y le dijo: «Puto independentista, os estáis cargando el país».

Tras depositar su voto, el procesado se giró hacia el representante de la CUP y, mientras le gritaba «maricón de mierda», trató de abalanzarse contra él, por lo que varias personas se interpusieron para intentar frenar el ataque aunque, durante el forcejeo, acabó propinando un puñetazo en la cara a uno de los presentes y un manotazo en el pecho a una apoderada de BComú.

El condenado ha reconocido que actuó movido por «sentimientos de menosprecio, rechazo e intolerancia hacia la ideología propia de grupos de extrema izquierda independentista», con la intención de «ridiculizar» y «burlarse» de los apoderados y miembros de la mesa electoral «despreciando su ideología».

Cometió su agresión, además, «consciente de que con ello hería su amor propio a la vez que perturbaba el pacífico desarrollo del ejercicio del derecho al voto de los demás, obstaculizando el desempeño de las funciones que como apoderados en un lugar en el que, como el mencionado, se realizaban actos de procedimiento electoral, tenían asignadas».

El día del suceso, el procesado acudió a votar con una camiseta con la inscripción «AHTR», siglas que en colectivos neonazis evoca la frase «Adolf Hitler tenía razón», y tiene tatuajes y pertenencias vinculadas a ideologías de extrema derecha.

La Fiscalía solicitaba inicialmente diez meses de cárcel y una multa de 16.200 euros, que ha acabado rebajando tras llegar al acuerdo de conformidad y aplicar la atenuante de reparación del daño.