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Un estudio sobre el poder adquisitivo apuntala a Macron como el «presidente de los ricos»

Un estudio presentado por el Instituto de Políticas Públicas llega en el peor momento para Emmanuel Macron. Sus resultados confirman la pérdida de poder adquisitivo de los hogares más modestos y la bonanza añadida que su quinquenato ha traído a quienes disponen de mayores rentas.

Macron se dirige a cuadros directivos y operarios de una planta energética, hoy, en la localidad de Béziers. (Guillaume HORCAJUELO/AFP)
Macron se dirige a cuadros directivos y operarios de una planta energética, hoy, en la localidad de Béziers. (Guillaume HORCAJUELO/AFP)

La decisión de Emmanuel Macron de laminar en 2019 el Impuesto sobre la Fortuna (ISF), que solo afecta a quienes cuentan con un patrimonio inmobiliario superior a 1,3 millones de euros, hizo que al presidente «sin partido» se le adosara un distintivo del que intenta desprenderse desde entonces; el que le presenta como «el presidente de los ricos».

Sin embargo, el estudio presentado este martes por el Instituto de Políticas Públicas, ligado a la Escuela de Economía de París, no ayuda precisamente a sus intenciones de presentar un balance social más neutro a seis meses de las eleccions presidenciales.

De acuerdo a ese estudio, aunque en sus cinco años de mandato se ha producido un aumento en el nivel de vida en un 1,6%, en la letra pequeña de ese trabajo se constata que ese 5% de hogares más modestos que hay en el Hexágono son hoy más pobres que hace cinco años al haber perdido un 0,5% de poder adquisitivo.

«El nivel de vida de los hogares más modestos se ha visto menguado por la escasa revalorización de ciertas prestaciones sociales y por el aumento de tasas, como las de la energía o el tabaco, que pesan más en función de la renta de cada unidad familiar», escriben los expertos del IPP.

Al contrario, el 1% de hogares más ricos ha visto progresar su capacidad de consumo muy por encima de esa media del 1,6%. Han ganado de media un 2,8% de poder adquisitivo desde que Macron se instaló en el Elíseo. Y en el caso de ese 0,1% de los muy ricos, la suma ha sido si cabe más ventajosa ya que su poder de compra ha escalado por encima del 4%.

Es a ese club de los más acaudalados al que Macron ha prestado un mayor servicio al suprimir prácticamente el ISF o al instaurar una tasa única en cuanto a rentas de capital se refiere.

La revalorización de la llamada prima de actividad –para compensar medias jornadas y más en general sueldos bajos– y del ingreso mínimo de vejez han permitido salvar el poder adquisitivo de los hogares con recursos más limitados.

Prima al trabajo

El estudio constata que las medidas aplicadas por el gobierno han beneficiado a «los hogares activos», ya que el hecho de contar con un empleo se ha demostrado «crucial» a la hora de mantener el nivel de vía, señalan los expertos.

Una conclusión que, en ese caso, beneficia a Macron. En su último discurso, del 9 de noviembre, hizo un elogio al trabajo digno de los presidenciables de derecha que comparten, a su vez, con la ultraderecha el discurso de «estigmatización de quienes viven de ayudas sociales».

«Las medidas son globalmente positivas para los hogares activos, pero sus beneficios son más limitados para los jubilados», ha explicado en declaraciones a la agencia AFP Paul Dutronc-Postel, uno de los autores del estudio.

El mes pasado el Gobierno de Macron presentó un balance bien distinto. De acuerdo al Ministerio de Economía, el nivel de vida de los hogares franceses progresó en un 4% en el caso del 10% de los hogares más modestos y la medida para el conjunto de los hogares se situó en un 2%.

De ahí que fuentes gubernamentales se hayan quejado hoy de que el estudio del IPP no haya tenido en cuenta todos los índices en que se ha basado la medición gubernamental. Los autores del estudio independiente han asumido esa diferencia de criterio.

Por contra, el diputado de La France Insoumise, Eric Coquerel, no ha perdido la oportunidad de denunciar el factor «profundamente anti distributivo» que impera en las políticas llevadas a cabo por Macron.

Por más que, por el efecto de Eric Zemmour, los discursos de precampaña se hayan centrado en materias como la inmigración –siempre ligada a cuestiones de seguridad–, es el debate sobre el poder adquisitivo el que se sitúa en cabeza en todos los índices de interés ciudadano. De ahí que el estudio presentado este martes no sea una buena noticia para el todavía «no candidato» Emmanuel Macron.