Tras meses en los que se ha atraido la atención mediática con sus discursos de corte ultraderechista, el polemista Eric Zemmour ha hecho oficial, este mediodía, su candidatura al Elíseo.
Se espera que esa noche detalle sus intenciones en una entrevista apalabrada con el canal televisivo TF1 esta noche a las 20.00.
Quien fuera editorialista primero de "Le Figaro" y luego de canales como CNews, ha aseverado en ese primer video como candidato que «no es tiempo de reformar Francia, sino de salvarla» y por eso ha anunciado con solemnidad que «he decidido presentarme a la elección presidencial».
Zemmour ha hecho coincidir su anuncio con el día en que Les Républicans celebrará el último debate entre candidatos, a la espera de que se conozca, el fin de semana, el nombre del aspirante a representar a la derecha republicana en la liza electoral de abril de 2022.
Decidido a quitar focos a ese especro político, Zemmour celebrará su primer mitin de campaña el domingo en la sala Zénith de París.
Ese encuentro, que cierra una gira por el Hexágono con la excusa de presentar un libro y en el marco de la cual recaló en Biarritz, estaba programado desde mediados de noviembre, indican desde su entorno, pero casualmente se celebrará un día después de que el partido conservador designe a su aspirante para las presidenciales.
Condenado por racista
El polemista, condenado en dos ocasiones por sus propuestas racistas, quiere atraer también al electorado de Rassemblement National (RN) para lo que no ha ahorrado críticas a su candidata, Marine Le Pen.
Al tiempo ha lanzado propuestas revisionistas, equiparando al general Charles De Gaulle con el mariscal y colaborador del régimen nazi, Philippe Pétain, de quien dijo que «ayudó a salvar a judíos franceses».
No deja de sr toda una paradoja que en el día en que Zemmour se ha proclamado candidato vaya a ser panteonizada la exestrella del music-hall y colaboradora de la Resistencia Josephine Baker, que se convertirá en la primera mujer negra en entrar en ese «templo laico» de la República francesa
Sin embargo, algunos patinazos de Eric Zemmour, como esa peineta hecha a una viandante que le «saludó», según dice, con el mismo gesto, durante su intento de visita a Marsella, ha hecho que el fenómeno que ha marcado la precampaña gala pierda algo de fuerza.
Emmanuel Macron, candidato oficioso a la reelección, y Marine Le Pen encabezan hoy con claridad las intenciones de voto.
No obstante, Zemmour, que se destaca por sus discursos extremos también en materia social o de derechos contra colectivos discriminados, ha llegado a contar con un 13-14% de apoyo antes incluso de oficializar, este mediodía, su condición de presidenciable.
Esa circunstancia inédita para un no-candidato a la Presidencia francesa habla por sí sola de la derechización del debate político oficial y de su consiguiente reflejo en la escena mediática hexagonal.