ZALGIRIS KAUNAS 72 - BITCI BASKONIA 68

El tren de la Euroliga se le está yendo de forma irremisible a Bitci Baskonia. Ante un Zalgiris Kaunas muy venido a menos y muy irregular, los de Neven Spahija han sido incapaces no ya de ganar, sino de llevar el partido a su plan o idea de juego. Solo han ido por delante en el 24-25 y el 29-30, y han vivido más de oleadas y rachas individuales que de un juego colectivo reconocible. La escuadra lituana, de hecho, ha perdonado el haber roto el partido antes, pero aunque haya sido de forma agónica, Zalgiris Kaunas se ha llevado su tercera victoria a costa del Baskonia –que se queda con un balance de 4-9– de forma más que merecida.

«Quiero dar crédito a mi equipo por lo que ha mostrado en la segunda mitad, pero simplemente, tenemos que jugar un baloncesto mucho mejor», ha confesado el propio Neven Spahija, muy serio, después del partido. Un Spahija que, por cierto, pese a contar con Matt Costello, no ha hecho uso de él.

Sobre todo, ha sorprendido la sentencia del técnico de Sibenik sobre el ataque gasteiztarra. «Tenemos que pasar más el balón; nuestro ataque es de uno contra cinco», al punto de confesar que «esperaba más evolución del equipo», aunque sí que ha querido balsamizar las tiranteces añadiendo que «de haber jugado todo el partido como los segundos 20 minutos, hubiéramos podido ganar».

A pesar de la semana de preparación, no ha salido nada bien Saski Baskonia. Demasiado pendiente del triple, la escuadra gasteiztarra ha sido víctima del ambiente del Zalgirio Arena, que aun siendo la cancha del colista, ha vivido unos prolegómenos de lo más especiales, con un «canto vikingo» para empezar y el himno lituano cantado «a capilla» después. E imbuido por tamaña parafernalia, los de Neven Spahija se han visto con un peligroso 12-4 por debajo en el marcador.

Reacciones tardías

Suerte de Steven Enoch. El pívot norteamericano ha continuado con la senda de grandes minutos de los últimos choques y ha sido capaz de anotar 11 de los 19 puntos que los gasteiztarras han conseguido en los diez primeros minutos. Zalgiris no ha dejado de ir nunca en cabeza en el marcador, en buena medida por saber explotar los problemas del Baskonia en el rebote, pero al menos los de Spahija han mantenido el rebufo, alcanzando el segundo cuarto con el citado 21-19, luego de que Enoch ha finalizado con un matazo una tremenda jugada de Lamar Peters.

Con el segundo cuarto ha llegado el primer descanso para Enoch y las primeras carencias del Baskonia. Es decir, aunque una canasta al poste bajo de Fontecchio –jugando de ala-pívot a tiempo completo– ha puesto eventualmente por delante al Baskonia, 24-25, y a pesar de buenos detalles de Lamar Peters –y hasta Baldwin–, Zalgiris Kaunas no ha tardado en recuperar la iniciativa del duelo. Josh Nebo en la pintura, con la ayuda de un agresivo Ulanovas, ha sido un martirio bajo el aro baskonista, aunque en honor a la verdad, también hay que admitir que el propio cuadro lituano ha sufrido para cerrar su propio rebote defensivo.

Así las cosas, a trancas y barrancas, el cuadro gasteiztarra ha aguantado el tirón, al punto de volver a ponerse por delante 29-30 después de un triple de Giedraitis. Lástima que el conjunto local ha encontrado a Lukas «Skywalker» –como lo bautizó Rick Pitino en Panathinaikos– Lekavicius para sumar, con canastas y asistencias un parcial de 6-0 que ha encendido las alarmas en el banquillo baskonista: 35-30 y tiempo muerto de Saski Baskonia.

Pero el parón no le ha hecho ningún bien al Baskonia, sobre todo a un Baldwin muy desconectado de la intensidad requerida. El base norteamericano ha perdido un par de balones y entre Josh Nebo y Milaknis Zalgiris Kaunas ha conseguido alcanzar el descanso igualando su máxima renta: 40-32.

Las rachas impiden el hundimiento

El retorno de los vestuarios ha sido desalentador, ya que Kalnietis ha puesto a Zalgiris a punto de romper el partido con cinco puntos consecutivos, mientras que Lamar Peters ha fallado cuanto triple y hasta tiro libre que ha lanzado.

Se mascaba el desastre en ese momento, pero ha emergido Sedekerskis. Desaparecido en la primera mitad, ha anotado los siete primeros puntos del Baskonia y gracias a él, Saski Baskonia ha pasado de perder 45-34 a arrimarse 45-43.

No ha logrado, empero, empatar el choque y con fallos groseros por ambos bandos, Zalgiris Kaunas ha conseguido abrir mínimamente el diferencial, alcanzando el último cuarto con 51-46 en el luminoso.

Curiosamente, Neven Spahija ha tenido que meter a Arturs Kurucs en los compases finales del tercer asalto para añadir intensidad y faltas a la defensa baskonista. Faltas, sí, porque aunque los ataques y la pelea por el rebote ha sido por definición una lucha constante, apenas ha habido personales, sobre todo por el bando gasteiztarra.

En un partido de rachas, quien manda en el marcador, disfruta de sus buenos momentos. El neozelandés Tai Webster, inédito hasta el momento, le ha sacado los colores a la defensa del Baskonia con una penetración para inaugurar el último cuarto, y posteriormente ha sido Landry Nnoko el retratado cuando el propio Webster le ha birlado el balón para sumar un 55-46 que ha obligado a Neven Spahija a parar el partido. Para más inri, un Enoch desaparecido tras el primer cuarto, ha perdido el balón en el primer ataque tras el tiempo muerto.

Pero como este Zalgiris no está tampoco para echar cohetes, no ha aprovechado esa oportunidad, excepto en la intensidad defensiva del joven pívot lituano Blazevic. Y así, un robo de Fontecchió ha culminado con un «dos más uno» del alero de Pescara para meter de nuevo al Baskonia en el partido: 55-49.

Lekavicius rescata a Zalgiris

A trancas y barrancas, los de Spahija han logrado limar la desventaja, hasta que un triple de Fontecchio ha arrimado al Baskonia hasta el 61-57, obligando a Jure Zdovc a ser el quien ha tenido que parar el tiempo, todavía con cuatro minutos para jugarse.

Los triples, después de haberlos fallado a manos llenas en todo el partido, han empezado a entrar. Así, entre Fontecchio y Granger el Baskonia ha empatado a 63, muchos minutos después, metiendo el miedo en el Zalgirio Arena y sus 7.335 espectadores. Pero ha tenido que asomar el hocico Lekavicius, para anotar dos tiros seguidos y poner el 67-63, con menos de dos minutos para el final. Neven Spahija, que durante un momento se habrá visto ganador, ha tenido que pedir tiempo casi de urgencia.

Lamar Peters ha anotado el 67-65, pero Lekavicius, erigido en héroe de los últimos minutos, ha sabido buscarle las faltas al propio Peters, y el bueno del «Skywalker» no ha perdonado desde la línea de tiros libres: 71-65 y tiempo muerto desesperado de Spahija.

Pues ha tenido que ser el propio Peters el que ha rozado la redención ¡anotando el triple! –después de haber encadenado una racha de más de 20 triples errados– para el 71-68. Que no se diga que el cuadro gasteiztarra no le ha echado corazón. Y más aún cuando Fontecchio ha robado el saque de fondo. Pero el italiano ha fallado la bandeja y Cavanaugh ha conseguido ir a la línea de tiros libres a costa de Giedraitis, y aunque solo ha metido un tiro libre el ex de Lenovo Tenerife, ha sido suficiente para tumbar a un Saski Baskonia dolorosamente irregular y que no ha podido evitar ir siempre a remolque.

FICHA DEL PARTIDO

Zalgiris: Kalnietis (10), Strelnieks (5), Milaknis (6), Cavanaugh (9) y Nebo (10) –quinteto inicial–, Lekavicius (13), Ulanovas (5), Webster (4), Blazevic (8), Miniotas (2) y Dragic.

Baskonia: Baldwin (7), Granger (11), Giedraitis (6), Sedekerskis (7) y Enoch (13) –quinteto inicial–, Fontecchio (12), Lamar Peters (10), Nnoko (2), Marinkovic y Kurucs. 

Parciales: 21-19, 19-13, 11-14, 21-22.

Árbitros: Rhyzyk, Koromilas y Dragojevic. Sin eliminados.

Incidencias: 7.335 espectadores en el Zalgirio Arena.