Maitane Aldanondo

Reproducir las condiciones del mar, para mantener vivos a los crustáceos

Tres socios bizkaitarras de Bay of Biscay Aquatics han desarrollado unas cetáreas que replican las características marinas necesarias para la subsistencia de percebes. De esa solución inicial han surgido nuevas líneas de negocio que explorarán a futuro.

Koldo Zarraga es el promotor de la empresa bizkaitarra Bay of Biscay Aquatics que creó con sus socios Alberto Blázquez y Jesús Estébanez, y dirige Marta Arana. (Marisol RAMIREZ | FOKU)
Koldo Zarraga es el promotor de la empresa bizkaitarra Bay of Biscay Aquatics que creó con sus socios Alberto Blázquez y Jesús Estébanez, y dirige Marta Arana. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Los percebes al igual que otros crustáceos son un manjar que no pueden faltar en celebraciones como las que se avecinan. Sin embargo, su comercialización tiene más dificultades de las que pueda parecer, lo que a menudo genera situaciones de escasez como la que dio origen a Bay of Biscay Aquatics, una empresa de Zamudio que se dedicada a la creación de viveros para crustáceos.

Todo empezó hace un par de años. Koldo Zarraga trabaja en la venta y distribución en el canal Horeca y recibía muchas peticiones de percebes, porque no había modo de conseguirlos. Al cabo de un tiempo de repetirse la demanda, empezó a preguntar sobre la causa. «El problema era que había muy poquita oferta y mucha demanda; y que el percebe no dura vivo más de cinco días fuera del agua», recuerda Marta Arana, directora general de la empresa. Zarraga se puso en contacto con Jesús Estébanez, que cuenta con conocimientos de acuariofilia y colabora con una empresa de reproducción de corales; y con Alberto Blázquez, experto en digitalización de sistemas y en fabricación de máquinas. Vieron que a nivel técnico era posible crear una máquina que reprodujera las condiciones marinas para mantener vivo al percebe y decidieron probar.

Arana se sumó después a la iniciativa con el objetivo de traccionar el proyecto, «porque cada uno tenía su negocio y era difícil cuadrar todo». Emprender no es nuevo para ella, y aunque ha aprendido de todas las experiencias, considera que es la más bonita. «Es apasionante. Toca muchas áreas: es técnico, tiene relación con la Biología, con empresa, ves algo de logística… Es un proyecto que te abre un montón de campos y que te hace aprender un montón de cosas».  

Necesidad del mercado

Junto con una solución, han encontrado nuevas líneas de negocio. «Llevan año y medio con percebe vivo dentro de la pecera y empezó a criar. Esto no se había conseguido», apunta Arana. También han diseñado una máquina que mediante filtrados biológicos, mecánicos y reactores consigue depurar el agua y devolverla al sistema, evitando problemas con el amoniaco, letal para los crustáceos. Asimismo, han dado con una alimentación con la que recuperan rápidamente la merma que sufren desde su captura.

Salieron al mercado a mediados de noviembre y ya tienen los primeros pedidos. Despierta interés y parten con la ventaja de que es algo que han desarrollado porque se lo pidió el mercado. Es un campo poco desarrollado y las posibilidades «son infinitas». Por ahora se centran en la venta de cetáreas y de viveros para el mantenimiento de percebe; y a futuro, entrarán en la cría.

Se dirigen a minoristas, supermercados, restaurantes, hoteles… así como a mayoristas en el caso de cetáreas para mantener crustáceos. Instalan los viveros –a medida o estándar– y ofrecen tanto el mantenimiento como la venta de comida. Su precio oscila entre los 5.000 y los 12.000 euros, dependiendo de las características. Es una inversión considerable, por eso ofrecerán un sistema de alquiler, «un modelo de negocio que ayuda al minorista y nos diferencia».

Con el objetivo de generar stock de maquinaria para el sistema de alquiler tienen abierta una ronda de inversión con la que quieren conseguir 500.000 euros. Arana señala que esperan cerrarla a finales de mes para iniciar 2022 «más asentados y con más capacidad». Las perspectivas son «realmente buenas», pero prefieren ir poco a poco, y se fijan el 0,5 de cuota de mercado para empezar a tener buenos resultados. Esperan llegar a todo el Estado en 2022, y después abordar  Portugal, Inglaterra, Francia e Italia. Han tenido consultas de dos países africanos y otro asiático, lo que les abre la posibilidad de licenciar las tecnologías. «Sería poner una estrella en el País Vasco, una empresa pionera a nivel mundial», concluye Arana.