No está el horno para bollos en el seno de Bitci Baskonia, después de la «inocentada» que sufrió el pasado martes en Zaragoza, un duelo que empezaba con tres horas de retardo con el posible positivo por covid-19 de Neven Spahija y con una dolorosa derrota por 97-79, cimentada sobre todo por una primera mitad imperdonable, que acabó con un resultado de 52-26 y Matt Costello expulsado por doble técnica.

Pero no hay tiempo para lamentaciones, ya que la Euroliga asoma este jueves, con nada menos que la visita del Barça, líder de la Euroliga con un balance de 15-2, a partir de las 20.30 al Buesa Arena. Y aunque parezca difícil que tenga minutos de juego, este duelo llega con la noticia de que Alec Peters se ha incorporado al fin al trabajo grupal del cuadro gasteiztarra.

Toda ayuda será bienvenida, como quedó bien claro en el duelo de Zaragoza, que como queda dicho, nació torcido, se torció todavía más cuando se echó el balón al aire y los jugadores, aun cuando le echaron algo de voluntad tras el descanso, no consiguieron enderezar.

«Hay que ser profesionales y por momentos nos ha costado serlo», declaró tras el partido David Gil, improvisado primer entrenador del Baskonia en tierras mañas, toda vez que Neven Spahija prefirió aislarse por precaución pese a dar negativo en una prueba PCR de refuerzo y otra de antígenos, después de haber dado un positivo no concluyente a media tarde.

Con esa inesperada cornada en el cuerpo y el alma, Saski Baskonia afronta este jueves su último partido de 2021, la primera de la segunda vuelta de la Fase Regular de la Euroliga. Si en la Liga ACB la Copa se ha complicado un poco –Saski Baskonia se ubica en noveno lugar, con un balance de 8-7 y +8 en el average general–, la Euroliga pinta a ser un imposible, ya que los gasteiztarras afrontan esta segunda vuelta en decimosexta posición con un balance de 6-11 –y menos mal de la inesperada victoria en Múnich la semana pasada–.

La realidad es la que es, con el añadido de que las gradas presentarán una imagen un poco más desangeladas por las restricciones de los aforos que se han decretado a lo largo de este jueves, una medida que también tendrá en cuenta al pabellón de Zurbano. Si todo el mundo arde en deseos de que se acabe de una vez este año 2021, en la familia del Baskonia se hacen cruces para que esta pesadilla en forma de montaña rusa se termine de una vez y que el equipo ofrezca una imagen de cierta estabilidad.

Estabilidad y potencial de lo que puede hacer, porque cabe recordar que este mes de diciembre lo comenzó el cuadro gasteiztarra ganando en el Palau Blaugrana el pasado día 5, mostrando además una imagen de superioridad ante un Barça que fue a tirones. Por desgracia, el Baskonia solo ha vuelto a ofrecer ese nivel a cuentagotas, pasando en el ínterin por valles muy oscuros y sombríos, como su «semana de pasión» en Turquía o su último partido en Zaragoza.

Afortunadamente, el Barça llega a este encuentro del Buesa Arena con su plantel más que diezmado. A cuenta de la covid-19, Saras Jasikevicius se ha quedado sin Calathes, Kuric ni Oriola, mientras que un gran referente como Cory Higgins estará ausente por lesión –igual que Raieste y Kurucs en el bando baskonista–. Ello supone que la línea exterior blaugrana se presenta más que vulnerable, por mucho que el refuerzo de emergencia del australiano Dante Exum es un lujo que el Barça se ha podido permitir. Asimismo, también han recuperado a Nigel Hayes y al canterano Sergi Martínez para poder reforzar su puesto de alero, sin olvidar que el exbaskonista Nico Laprovíttola siempre juega bien contra el cuadro gasteiztarra.

Alec Peters como esperanza

Como la esperanza es lo último que se pierde –o fue lo último que se perdió–, la noticia de la vuelta de Alec Peters quizá no tenga trascendencia para el duelo de este jueves, pero ya el horizonte se plantea un poco menos gris.

El jugador de Illinois se tuvo que operar a inicios de diciembre después de que sus «molestias» es una rodilla devinieran en una lesión más seria, dejando a Saski Baskonia sin su ala-pívot de referencia desde pretemporada. La apuesta por Sedekerskis en su posición ha salido bien y Costello también ha dado grandes minutos en esa demarcación, pero ante la vulnerabilidad que hanmostrado los pívots Nnoko y Enoch en su demarcación, con la llegada de Alec Peters se puede apostar de manera puntual por ubicar a Costello en el puesto de pívot puro, con el de Illinois ejerciendo las veces de ala-pívot abierto, sin que el juego ofensivo del Baskonia tenga por qué resentirse.

Y es que su fiabilidad en el tiro debe servir para abrir huecos a jugadores como Baldwin, y si el de New Jersey se siente a gusto y concentrado con la llegada de Alec Peters, la dimensión del juego baskonista puede ser otra bien distinta. Así debiera ser, al menos.

El ala-pívot ha reconocido en un vídeo publicado por el club que le va a costar volver, porque nunca ha empezado a mitad de la temporada. «Es como si fuera un jugador nuevo en un equipo nuevo», ha reconocido Alec Peters, que ha prometido «buena actitud y mucha energía».

«Estoy deseando jugar para los aficionados, el año pasado fue muy difícil y algunos pudieron venir al principio, pero luego no», ha expresado el tirador de Illinois, ansioso por ver cómo entra su primer tiro y convencido de que hará un partido increíble en su vuelta.

Se ha mostrado con ganas por «jugar con el equipo y construir» todo lo que pueden hacer. «Es muy especial y no puedo estar más contento de estar en la dinámica del equipo otra vez», ha admitido el jugador, que ha tenido un inicio de campaña «difícil» porque nunca antes había vivido algo así.

«Siempre he sido el típico chico con el que se puede contar todos los días, que trae energía y esfuerzo», ha manifestado el jugador norteamericano, para el que ha sido «duro mentalmente», afrontar la lesión.

«Espero poder ayudar a algunos chicos que han estado un poco trabados al principio y dar esa energía en la segunda mitad de la temporada», ha indicado Peters, que se ha querido erigir como líder del equipo.

«Cuando estás cerca del equipo es diferente porque ves cómo se sienten, les preguntas como están y ves también a sus familias», ha recordado Peters, agradecido por el recibimiento de sus compañeros.