Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

‘Blade Runner’: 40 años después, los androides continúan soñando

‘Blade Runner’ es un referente de la ciencia ficción distópica. Obra cumbre creada a partir de la novela de Philip K. Dick ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’, es hija de los postulados filosóficos y postmodernistas de los 80. Ridley Scott filmó esta obra de culto hace 40 años.

Harrison Ford en una escena de 'Blade Runner'.
Harrison Ford en una escena de 'Blade Runner'. (Warner Bros. | Warner Bros.)

Cuarenta años después de su estreno, ‘Blade Runner’ confirma que el tiempo no ha hecho mella en este referente de la distopía. Su innovadora apariencia visual y sus connotaciones filosóficas y postmodernistas enriquecieron el original literario de Philip K. Dick ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ y todo ello gracias a un visionario Ridley Scott.

Bajo la lluvia constante de una noche enclavada en un futuro incierto del año 2019, un androide Nexus-6 se confiesa ante su cazador: «Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir».

El perseguidor se limita a asumir el rol de testigo silente ante la confesión agónica de su presa. Desde entonces recreamos las secuencias vividas a través de una película cuyo relativo fracaso de taquilla no evitó que hoy continúe siendo considerada como una obra de culto.

Tres años después de rodar su magistral ‘Alien, el octavo pasajero’, el cineasta británico Ridley Scott llevó a cabo en el año 1982 uno de sus proyectos más interesantes y complejos. Protagonizada por Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young y Daryl Hannah, esta superproducción no se convirtió en un éxito de taquilla pero acabó transformándose en una obra referencial e imperecedera.

‘Blade Runner’ rompió con el cine utópico de ciencia-ficción que se hacía hasta la fecha e incidía desde una perspectiva novedosa en el esquema del hombre libre que se enfrenta a una organización inhumana, el despotismo implacable y las aventuras del héroe picaresco en un mundo de anarquía gobernado por dioses orgullosos y crueles.

De Calvino a un oficial de las SS

Más que contar una historia, lo que nos propone es adentrarnos en una fantasía con ribetes oníricos que siguieron las premisas dictadas por el escritor italiano Italo Calvino en su obra ‘Ensayos sobre literatura y sociedad’: «El placer de lo fantástico radica en el desarrollo de una lógica cuyas reglas, cuyos puntos de vista y cuyas soluciones reservan sorpresas».

El sociólogo David Lyon señaló en su ensayo dedicado a la Postmodernidad: «El escenario de 'Blade Runner' es de decadencia urbana: edificios abandonados que fueron majestuosos en el pasado –interpretados por los teóricos postmodernos como símbolos de la modernidad caída–, calles abarrotadas y cosmopolitas, interminables mercados callejeros, basura sin recoger y una llovizna gris constante. Sin duda, el progreso está en ruinas. Columnas griegas y romanas, dragones chinos y pirámides egipcias se mezclan con gigantescos anuncios de neón de Coca-Cola y Pan Am. La imagen dominante es de decadencia, desintegración y caótica mezcla de estilos. ¿Qué hace postmoderno a 'Blade Runner'? Para empezar, se cuestiona la 'realidad' misma. Los replicantes quieren ser personas reales, pero la prueba de la realidad es una imagen fotográfica, una identidad construida. Ésta es una forma de ver la postmodernidad: un debate sobre la realidad. El mundo de sólidos datos científicos y una historia con finalidad que nos legó la Ilustración europea, ¿es meramente un anhelo?».

Aunque ‘Blade Runner’ rompe con la tradición utópica, sus engranajes narrativos –cómic, cuento de hadas postmoderno y género negro– se fusionan a la perfección con el sentido del cine como espectáculo total y su envoltorio visual justifica los 30 millones de dólares de la época que se invirtieron en su creación.

Si nos atenemos a su estilo genérico, podría ser catalogado como un thriller futurista pero, la fuerte carga de su mensaje nos adentra en el campo de los ensayos filosóficos. Su estructura se amolda a los cánones de lo que podría ser considerado como una historia ‘convencional’ ya que su trama gira en torno a una cacería urbana, de aparente simplicidad –un ex-policía es reclutado nuevamente para eliminar a un grupo de androides escapados de las colonias de Marte– y si nos fijamos en su ambientación temporal, podría decirse que nos encontramos ante un futuro en el que convergen los años 40 –referente obligado al tratarse de cine negro–, los primeros años 80 y el sugerido en los títulos iniciales, otoño del año 2019.

Para determinar la ruta emocional del filme, Scott se basó en  el recuerdo de la película de Don Siegel ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’ y en las palabras que Philip K. Dick repetía cada vez que le preguntaban acerca de la premisa dicotómica de su novela ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’. El escritor afirmaba que se basó en una siniestra anécdota: las quejas que un oficial de las SS plasmó en su diario  y que hacían alusión al insomnio que le producían los llantos de los niños hambrientos del campo de concentración que debía vigilar. Es decir, la ausencia de empatía.

Prolongaciones

Treinta y cinco años después, Scott delegó la dirección de la secuela ‘Blade Runner 2049’ en Denis Villeneuve, una continuación en la que participó uno de los guionistas originales, Hampton Fancher.

El cineasta canadiense dejó claro que su intención fue la de mantener el aura de misterio que ha rodeado siempre a los personajes. De esta forma y junto al veterano Harrison Ford, topamos con un nuevo ‘blade runner’ al que da vida Ryan Gosling. Ambos cazadores suman sus esfuerzos en una especie de viaje iniciático en el que se cuestionan conceptos habitualmente ligados al ser humano y, desde una postura religiosa y tecnológica, se cuestiona a los dioses.

Mucho más reciente es la serie de animación ‘Blade Runner: El loto negro’ que, en clave de anime, desarrolla su historia diecisiete años antes de los sucesos que tuvieron lugar en la película ‘Blade Runner 2049’.