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El presidente kazajo purga los órganos de seguridad con acusaciones de alta traición

El presidente de Kazajistán, Kasim Jomart Tokayev, ha asegurado por primera vez desde el estallido de las protestas que la situación «avanza hacia la estabilización», mientras ha lanzado una purga en las filas de los órganos de seguridad con acusaciones de alta traición.

Un soldado patrulla las calles de Almaty.
Un soldado patrulla las calles de Almaty. (Alexandr BOGDANOV | AFP)

«La situación avanza hacia la estabilización», ha informado el presidente kazajo a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una conversación telefónica, según ha comunicado el Kremlin.

Las protestas continúan este sábado en el oeste del país, origen de las actuales tensiones tras el aumento de los precios del gas licuado, principal combustible en las regiones bañadas por el mar Caspio.

En este contexto, Tokayev y Putin han intercambiado opiniones sobre las medidas de fuerza adoptadas para restablecer el orden en el país, donde vive una amplia minoría rusa.

Tokayev ordenó «tirar a matar» contra los participantes en las protestas. Además, el líder kazajo propuso celebrar en breve una videoconferencia de los líderes de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), encabezada por Rusia y que atendieron hace dos días su solicitud de enviar un contingente de pacificación al país.

Tokayev ha destacado este sábado que, gracias al despliegue de tropas de los países aliados, Kazajistán ha podido enviar refuerzos al epicentro de los disturbios, Almaty, para participar en la «operación antiterrorista».

El grueso de las tropas de la OTSC lo componen fuerzas aerotransportadas rusas, incluido brigadas de fuerzas especiales, que son transportadas en aviones Il-76 desde la región de Ivanovo, según ha señalado el Ministerio de Defensa.

 A día de hoy, las autoridades han detenido a más de 4.000 personas, a lo que hay que sumar varias decenas de muertos, entre transeúntes, manifestantes, hombres armados y miembros de las fuerzas de seguridad.

Purgas en órganos de seguridad

Tras varios días de especulaciones sobre quién es la mano negra tras las protestas, se ha informado de la detención por «alta traición» del exjefe del Comité de Seguridad Nacional (CSN) Karim Masimov, destituido junto al resto del Gobierno el pasado 5 de enero.

Masimov, que ejerció los cargos de primer ministro y jefe de la Administración presidencial antes de asumir en 2016 la dirección del CSN, podría ser condenado a 15 años de cárcel.

El 6 de enero, Masimov asistió a la reunión del Consejo de Seguridad encabezada por Tokáyev, tras lo que fue detenido.

El antiguo asesor presidencial, Ermujamet Ertisbaev, le ha acusado de ocultar durante años la presencia de campos de entrenamiento, donde se habría instruido a los participantes en los actuales enfrentamientos.

«Eso es un terrible crimen de Estado», ha dicho a la televisión pública.

Tokayev también ha relevado al subjefe del Consejo de Seguridad, Azamat Abdimomunov, pero no al número dos del CSN, Samat Abish, sobrino del padre de la nación, Nursultan Nazarbayev.

Retorno

Precisamente, Nazarbayev, patriarca de la independencia kazaja, ha reaparecido después de abandonar esta semana la jefatura del CSN con un llamamiento a apoyar a su sucesor, Tokayev.

«Elbasi está en contacto directo con el presidente. Llama a todos a aunar esfuerzos en torno al presidente de Kazajistán para superar los actuales desafíos y garantizar la integridad de nuestro país», ha asegurado su portavoz, Aidos Ukibai.

En los últimos días se había rumoreado con que Nazarbayev, de 81 años y que dejó el poder en 2019, se habría exiliado con varios miembros de su familia, algo que ha desmentido Ukibai.