El comisario europeo de Trabajo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, ha alertado de que el número de personas sin vivienda es cada vez más alto en la UE, sobre todo debido a la crisis derivada de la pandemia, y ha instado a los Estados miembros a renovar «sus esfuerzos» para combatir el sinhogarismo.
Ante una comisión del Parlamento Europeo, el comisario ha indicado este jueves que, para hacer frente a la falta de vivienda, los Veintisiete deben adoptar estrategias «eficaces» que requieren un enfoque «multidimensional» y la cooperación de las autoridades estatales, regionales y locales con los proveedores de servicios a ciudadanos sin hogar.
«Este es el tema más importante que debe preocuparnos. La ausencia de hogar está aumentando de manera constante en alrededor del 70 por ciento en los últimos años, vinculado a cuestiones como los precios de la vivienda, el desempleo, la precariedad en el mercado laboral y la economía, en general», ha añadido.
Schmit ha indicado que el estallido de la pandemia ha sido uno de los principales detonantes de que el número de personas sin hogar sea cada vez más elevado, ya que ejerció una presión adicional sobre los ciudadanos en riesgo de quedarse sin vivienda durante la vigencia de restricciones como los confinamientos domiciliarios.
«Las personas vulnerables y las familias que vivían con salarios bajos presenciaron una caída dramática en sus ingresos, lo que dificultó enormemente el pago de los alquileres», ha subrayado.
Para reducir el número de personas sin vivienda, los Veintisiete crearon el pasado 21 de junio en Lisboa la Plataforma Europea para Combatir el Sinhogarismo, que compromete a las instituciones de la UE y a los Estados miembros a reducir radicalmente este problema social para el año 2030. Una plataforma que ya está «completamente» establecida, según ha afirmado Schmit.
Falta de datos oficiales
Para el comisario, uno de los principales problemas en la lucha contra la falta de vivienda en la UE es la ausencia de datos oficiales que contabilicen el número de personas afectadas, lo que obliga a las instituciones a trabajar en base a unas estimaciones que calculan que hay cerca de 800.000 ciudadanos sin hogar.
«Este año, la Comisión comenzará el recuento del proyecto piloto propuesto por el Parlamento. El proyecto tiene como objetivo contar a las personas sin hogar», ha precisado.
Schmit ha insistido en que acabar con el sinhogarismo no significa solamente centrarse en quienes viven en la calle, sino también en quienes duermen en refugios, viven en alojamientos temporales para personas sin hogar, o se quedan en casa de familiares o amigos por falta de soluciones.
«Los albergues son a corto plazo una solución, pero no pueden ser considerados como ‘la solución’. Simplemente son refugios, no son casas para personas», ha enfatizado.
También ha recordado que el sinhogarismo puede ser resultado de múltiples causas, desde la precariedad laboral y el desempleo hasta las adicciones, las discapacidades y los problemas de salud mental, y ha recomendado a los Estados miembros que se sirvan de los fondos de recuperación pospandemia para aplicar medidas destinadas a solucionar estas cuestiones.