Un estudio liderado por el área Metropolitana Norte del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y el Centro de Estudios de Economía y Salud (CRES-UPF), publicado en la revista ‘Vaccines’, ha analizado la relación coste-beneficio del uso de las vacunas contra el covid-19, y ha llegado a la conclusión de que por cada euro invertido en comprar y poner vacunas la sanidad pública se ahorra 3,4 euros por la reducción de gastos en UCI, hospitalizaciones, secuelas y fallecimientos.
El informe se elaboró en Catalunya entre el inicio de la campaña de vacunación (27 de diciembre de 2020) hasta el 30 de setiembre de 2021, cuando la mayoría de casos de coronavirus eran debidos a las variantes Delta y Alfa.
Según este análisis, por cada euro invertido en vacunas el sistema sanitario se ahorra 1,4 en hospitalizaciones, estancias en la UCI o pruebas PCR y TAR, una cifra que aumenta hasta 3,4 euros si además se cuenta la reducción de la mortalidad y de los casos con secuelas.
Según los investigadores, a pesar de la reciente entrada de la variante ómicron, estos resultados siguen siendo válidos, puesto que se ha demostrado que las vacunas siguen siendo efectivas y, además, se ha iniciado el suministro de la dosis de refuerzo, que todavía contribuirá más al aumentar la protección contra esta variante.
Salud… pero no solo
Según Francesc López Seguí, responsable de la Unidad de Economía de la Salud del Hospital Germans Trias, «vacunarse no sólo es un ejercicio de responsabilidad colectiva en términos de salud, sino también en términos presupuestarios. Que una persona no se vacune hace que otros se infecten, en algunos casos con consecuencias graves o fatales».
«Igualmente, que una persona no se vacune tiene una repercusión económica... en un contexto en el que el Sistema Sanitario ha tenido que dedicar muchos millones de euros, de forma extraordinaria, para hacer frente a la situación que vivimos», ha añadido.
El estudio ha analizado las cifras de la región sanitaria Metropolitana Norte, extrapolándolas a toda Catalunya.
En el estudio han participado profesionales del Hospital Germans Trias, del grupo BIOCOM-SC de la Universidad Politécnica de Catalunya, de la Fundación Lucha Contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, de IrsiCaixa, de la Atención Primaria de la Metropolitana Norte, del CMCiB y del Centro de Investigación en Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra (CRES-UPF).