La noche en la que Imanol dejó en evidencia a Simeone como técnico y, sobre todo, como persona
El oriotarra ha logrado que la Real lleve quince partidos sin encajar gol por ocho del Atlético y sufrió su desplante al negarle el saludo antes del duelo al responsabilizarle de una seguridad que no corresponde ni a la Real en la zona en la que lanzaron objetos al autobús rojiblanco.
La clasificación de la Real para los cuartos de final de Copa tras su gran partido ante el Atlético de Madrid (2-0) tuvo como protagonistas a Imanol y Simeone en un duelo que se resolvió a favor del primero como entrenador y, sobre todo, como persona.
El técnico argentino, el único que nunca cumple con el fair-play que deben seguir los entrenadores de saludar, felicitar o aceptar la felicitación del rival tras los partidos, negó también el saludo a Imanol antes a pesar de todos los elogios y el respeto que siempre le ha dispensado el oriotarra y le abroncó de manera airada.
En su rueda de prensa posterior Simeone reconoció que en ese momento le reprochó que no hubiera seguridad en la zona en la que se lanzaron objetos y se rompieron varias lunas del autobús del Atlético en su acceso al campo. Dijo que le envió «saludos para la gente que tenía que evitar eso y no lo hizo».
Los graves incidentes se registraron en el Paseo de Errondo, fuera del recinto de Anoeta y ahí la seguridad únicamente corresponde a la Ertzaintza. Es más, la Real al diseñar el nuevo campo incluyó una entrada subterránea para los autobuses de los equipos junto a la parada del Topo protegida por la seguridad contratada por el club para impedir cualquier incidente, para lo que la entrada desde el paseo de Errondo evita el acceso principal de los aficionados al campo desde el paso de cebra situado a la altura de la torre de Anoeta.
Erkoreka defiende el dispositivo de la Ertzaintza
El problema fue que se concentraron en el Paseo de Errondo varios centenares de aficionados para recibir al autobús del Atlético y entre ellos hubo algunos que lanzaron objetos y provocaron graves incidentes lamentables, inaceptables y todos los «ables» que se puedan añadir bajo el escudo del sentimiento blanquiazul y del recuerdo de Aitor Zabaleta que jamás se puede utilizar para sacar a relucir la violencia de algunos. Además un aficionado resultó herido en una calle cercana al campo y recibió varios puntos de sutura por el lanzamiento de un vaso, pero el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, ha aclarado que no era aficionado del Atlético, tal como se difundió tras el partido.
Erkoreka ha defendido en ETB el dispositivo policial «diseñado, planificado con antelación y preparado» y que hubo presencia policial en todo momento. Ha añadido que hubo daños «sobre todo en furgonetas de la Ertzaintza y en el mobiliario público» y que se abrirá una investigación, pero ha adelantado que en este tipo de altercados multitudinarios resulta «muy difícil concretar responsabilidades concretas».
El aficionado realista que da nombre a la grada de animación de Anoeta era una persona pacífica y afable que murió cuando muchos de los que se concentraron el miércoles en el Paseo de Errondo no habían nacido porque otros impresentables aprovecharon un lanzamiento de objetos a su autobús en Donostia para organizar una caza del vasco en el Calderón. Incidentes como los del miércoles solo pueden utilizarse para que los violentos que se escudan en bufandas rojiblancas puedan hacer lo mismo con el autobús y con aficionados de la Real en Madrid.
Aunque los responsables de los incidentes son los que los protagonizaron, ya en ese momento Simeone no estuvo a la altura de su responsabilidad y se levantó de su asiento en el autobús y comenzó a increpar a los que taponaban su acceso al campo y a las patrullas de la Ertzainza. Eso alteró los ánimos aún más hasta que una carga policial dispersó a los concentrados.
Imanol pidió perdón
En ningún caso se puede culpar a la Real y, mucho menos a Imanol, que evidentemente tiene tanta influencia en la seguridad de Anoeta como Simeone. El oriotarra tras el partido pidió perdón por los incidentes, los rechazó y dejó claro que los implicados no representan a la afición de la Real, sino la que dentro del campo tiene un comportamiento ejemplar, aunque desgraciadamente se han producido lanzamientos de objetos en los partidos que todos los que tienen reponsabilidad en la Real, incluida Bultzada, el motor de Anoeta, hacen llamamientos para evitarlos.
El comportamiento de Simeone antes del partido demostró que está nervioso porque su equipo ha dejado de ser fiel a lo que le ha caracterizado con el argentino y ha recibido dos goles en seis de sus últimos ocho partidos oficiales, saldados con cinco derrotas y un empate con errores impropios no ya del Atlético, sino de un equipo de Primera.
Eso ha provocado que el club rojiblanco se haya quedado en una semana sin opciones a los dos títulos a los que podía optar porque en la Liga está ya a 16 puntos del Real Madrid y no parece capacitado para competir con los grandes de la Champions.
Porque Imanol decía hace unos meses que estaba a años luz de Simeone como entrenador y lo consideraba un espejo en el que mirarse, pero la realidad demuestra que ya no porque con mucho menos presupuesto ha conseguido que la Real haya eliminado de la Copa al Atlético y tenga tras veinte jornadas de Liga los mimos puntos que el Atlético, con tres goles menos encajados.
Ocho partidos en Anoeta sin encajar gol
El oriotarra ha logrado que su equipo siga vivo en todas las competiciones en las que participa esta temporada con todos sus objetivos intactos precisamente por conseguir que la Real tenga las virtudes que caracterizaban al Atlético. No ha encajado gol en ocho de los once partidos jugados en Anoeta esta temporada contra equipos de Primera, en diez de los veinte de Liga y en quince de los treinta oficiales.
Imanol ha conseguido que su equipo tenga la intensidad, la concentración, la competitividad y la solidez que caracterizaba hasta esta temporada al Atlético con un equipo que transmite unos valores diferentes a imagen y semejanza de su entrenador. Porque el Atlético ahora solo es fiel a Simeone en sus continuas protestas que tristemente dan resultados como en la amarilla de Aihen un minuto después de hacer una falta que no iba a ser castigada con amonestación, pero eso no le vale para ganar partidos.
Por eso el oriotarra nunca ha sido sancionado y es respetado por todos sus colegas y querido por todos sus aficionados y el argentino conoce muchos palcos de Primera y tiene cada vez menos simpatía, no ya entre los colegas, hasta en su propia afición a pesar de ser el campeón vigente de Liga. Porque todos los guipuzcoanos nos sentimos bien representados por él como persona y ni los aficionados del Atlético pueden sentir lo mismo por Simeone.