A pesar del fraude que sufrió la Diputación de Bizkaia al ser utilizada una subvención para pagar una deuda que el Consistorio tenía con una constructora, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha asegurado que la actuación del ex alcalde de Alonsotegi, que ha aceptado la comisión de varios delitos, «no es corrupción», porque «no ha habido enriquecimiento ilícito».

En una entrevista en Radio Euskadi, Ortuzar ha asegurado haber sentido «pena» por este caso, que evidencia «una mala práctica» por parte de un ex alcalde de su partido.

«Es irregular, no hay que hacer así las cosas» y «es una chapuza para arreglar una situación que se había encontrado, porque se debía dinero a unos empresarios», ha analizado.

Pero, «sin quitar un ápice de gravedad a estas cosas», no le llamaría corrupción porque «no ha habido enriquecimiento ilícito por parte de nadie», ha indicado.

Esta semana el alcalde del PNV de Alonsotegi entre 2011 y 2015, José Luis Erezuma, el arquitecto municipal y dos responsables de una empresa constructora, han acordado con la Fiscalía y la acusación popular ejercida por EH Bildu asumir un delito de prevaricación y otros de falsedad documental y fraude en las subvenciones, por los que se han acordado una pena de diez años de inhabilitación y dos años de cárcel.

Además, conjuntamente devolverán los 681.000 euros defraudados más 200.000 euros por los intereses.

Según la Fiscalía, los acusados se pusieron de acuerdo para obtener una subvención de 600.000 euros de la Diputación de Bizkaia y otra de 81.000 euros del Consistorio para pagar unas obras que nunca se ejecutaron, un dinero con el que según el ex alcalde pagaron a la constructora la deuda antigua que tenía el Ayuntamiento por otras obras previas.