Hasta la fecha el cine ha preferido retratar la etapa de esplendor de la escritora Karen Blixen en África y así se le suele identificar con el rostro de Meryl Streep, tal como la interpretó en ‘Memorias de África’ (1985). Más recientemente, la hemos conocido bajo la imagen de la cantante Christina Rosenvinge en ‘Karen’ (2020).

Pero nadie parecía atreverse a hablar de su decadencia de vuelta a Dinamarca, hasta que Bille August se ha decidido a adaptar el libro autobiográfico de Thorkild Bjornvig ‘Pagten’ (1974), escrito doce años después de la muerte de su mentora literaria. Una obra en la que el poeta revela su tortuosa e intermitente relación con Karen Blixen.

Ella regresó a su país en 1931, una vez vendida la famosa plantación de café en Kenia, trayendo consigo una aureola de romántica aristócrata colonial. Pero la baronesa había heredado la mansión de Rungstedlund, donde su padre se suicidó cuando ella tenía 10 años.

La leyenda dice que Karen había vendido su alma al diablo mediante rituales africanos, pero la cuestión es que su deterioro físico se fue agravando y tampoco se cuidaba al abusar del tabaco y los barbitúricos. No llevaba, ni mucho menos, la vida de fiestas cosmopolita que creían sus fans del otro lado del Océano y cada vez se fue encerrando más entre aquellas cuatro paredes.

Karen conoció a Thorkild en el año 1948, cuando ella tenía 63 años y él 30. Ya no podía tener relaciones sexuales por culpa de la sífilis contraída en el pasado, y para sellar su relación con el joven le hizo firmar el pacto del título. El poeta debía dejar a su mujer e hijos y convivir con ella como mayordomo a cambio de enseñarle los secretos de la escritura e introducirle en su cículo de amistades, pero su emparejamiento, no exento de sadomasoquismo, tuvo constantes idas y venidas, incluidas amenazas con un revólver.