Atalaya Generación pretende construir dos centrales hidroeléctricas reversibles en Araba. Una de ellas se situaría en Gasteiz, donde se ubicaría dos depósitos que ocuparían una superficie de 268 hectáreas, más de 500 campos de futbol. La segunda tendría una balsa inferior en Subilla y otra en Badaia, en una zona conocida como Kanpatxo. Entre los dos depósitos se ocuparían 172 hectáreas.
Así lo ha advertido este viernes el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Araba, Kike Fernández de Pinedo, quien ha alertado de que a ambos proyectos irían asociados 39 kilómetros de tuberías y alrededor de 50 kilómetros de líneas de alta tensión, además de túneles e infraestructuras para la captación de agua desde el Zadorra y el Baias.
«Estamos ante dos proyectos de grandes dimensiones que generarán un gran impacto en un territorio que sigue sin ordenar su política energética y que, fruto de ello, permite que proliferen proyectos para la generación, el transporte y el almacenamiento de energía sin orden ni concierto», ha censurado.
En este sentido, ha recordado que estos proyectos hidroeléctricos han sido impulsados por una empresa privada, que está gestionando sus planes con el Ministerio español de Transición Ecológica, a quien corresponde redactar ahora la declaración de impacto ambiental. Algo que, como ha apuntado EH Bildu, ha ocurrido también con las tres líneas de alta tensión proyectadas desde Aragón para evacuar energía producida en instalaciones eólicas y fotovoltaicas.
Esta realidad pone de manifiesto la escasa competencia de las administraciones vascas, por lo que EH Bildu ha reclamado «soberanía, no solo para avanzar en el autoabastecimiento energético, sino también para decidir qué proyectos debemos poner en marcha para alcanzar nuestros objetivos. Queremos decidir aquí, cuánta energía queremos generar, dónde y cómo la vamos a generar».
Para ello ha registrado una batería de iniciativas en diferentes instituciones. Ha solicitado información sobre estos proyectos tanto en el Congreso español como en el Parlamento Gasteiz, y ha anunciado que defenderá tanto en la Cámara autonómica como en las Juntas Generales de Araba la realización de «un análisis riguroso de los impactos ambientales».
Asimismo, pedirá «a todas a las instituciones implicadas que apoyen una transición ecológica ordenada y justa, presentando planes plurianuales sólidos para ello y ordenando este proceso mediante herramientas de planificación como el plan territorial sectorial de energías renovables».
Una nueva amenaza en Araba
Conviene recordar que durante los últimos meses se ha suscitado un debate sobre la proliferación de nuevas instalaciones eólicas y solares en el herrialde, que ha recibido el rechazo frontal de los vecinos y vecinas de las áreas afectadas.
El PNV, tanto en la Diputación de Araba como en el Gobierno de Gasteiz ha defendido la colación de molinos en los montes alaveses, echando mano de la Ley de Cambio Climática. Sin embargo, parece que las infraestructuras hidroeléctricas no cuentan con el apoyo de los jeltzales.
En una entrevista concedida a Radio Vitoria el pasado 13 de enero, el diputado general de Araba, Ramiro González, insistió en que «no van a construirse las plantas hidroeléctricas proyectadas».
«Este proyecto no responde a la necesidad de Araba y no respeta la biodiversidad. Este proyecto no va a ser realidad, no va a construirse, no veremos esas centrales hidroeléctricas y esos embalses porque no responden a la necesidad de preservar la biodiversidad del territorio», manifestó.