Los tres mil atletas que competirán en estos Juegos Olímpicos invernales han participado, todos ellos con mascarilla, en una ceremonia inaugural que se ha desarrollado en el Estadio Nacional –conocido popularmente como "El Nido"– bajo temperaturas inferiores a los cinco grados bajo cero.

Una cuenta atrás de dos minutos y un espectáculo de fuegos artificiales han iniciado el acto, una alegoría del comienzo de la primavera, tal y como marca el primer día del calendario lunar chino, que se celebró esta misma semana.

El izado de la bandera china, llegada hasta el mástil de manos de un pasillo humano formado por niños y adultos ataviados con trajes tradicionales, uniformes militares y profesionales, ha precedido al desfile de los atletas que participarán en 109 pruebas en 15 disciplinas distribuidas en tres sedes: la propia capital, Yanqing y Zhangjiakou, a 80 y 180 kilómetros de Pekín, respectivamente.

El espectáculo, dirigido por el reconocido cineasta chino Zhang Yimou, se ha dividido en 15 segmentos, incluyendo el citado desfile de los 91 países participantes y el encendido de la Llama Olímpica a cargo de los deportistas locales Dinigeer Yilamujiang –esquiadora de fondo– y Zhao Jiawen –combinada nórdica–.

Ambos se han acercado a un gran copo de nieve y han clavado en su corazón la antorcha encendida, para posteriormente elevarse dicho copo y quedar suspendido en el centro del estadio.

La primera pertenece a la minoría musulmana uigur, de la región autónoma de Xinjiang, territorio sobre el que organizaciones internacionales han acusado a China de cometer abusos contra los derechos humanos, lo que ha provocado el boicot diplomático de varios países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia.

Antes de su llegada a El Nido, la Llama Olímpica ha recorrido lugares de especial relevancia histórica de Pekín, entre ellos el Palacio de Verano -uno de los principales exponentes del acervo cultural chino- y el Gran Canal de China, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2014.

Bajo el lema "Juntos por un futuro compartido", el presidente chino, Xi Jinping, ha dado el pistoletazo de salida a la cita deportiva. «Declaro el inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022», ha señalado el máximo mandatario del país asiático.

Por su parte, el presidente del COI, Thomas Bach, ha indicado que el evento abrirá «un nuevo capítulo en la historia del deporte» y ha centrado su intervención en el valor del olimpismo para unir a la humanidad y «tender puentes, en lugar de levantar muros».

Debido a la pandemia, las gradas han contado con escaso publico, que ha podido aplaudir, pero no gritar. Aunque se había previsto que la ceremonia no superase los cien minutos de duración, lo cierto es que el espectáculo se ha prolongado hasta las casi dos horas y media.