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La única limitación en la CAV, para actos sin distancia con incidencia mayor de 400

La orden de la consejera Sagardui publicada este sábado tras la cancelación de la declaración de emergencia solo incluye una limitación: se ordenará suspender o posponer actos en localidades con incidencia superior a 400 casos por 100.000 habitantes en 14 días cuando no se puedan cumplir distancias.

Carnavales de Tolosa, primera gran fiesta posible tras levantarse la emergencia. La imagen es de la anterior edición, en 2020.
Carnavales de Tolosa, primera gran fiesta posible tras levantarse la emergencia. La imagen es de la anterior edición, en 2020. (Jagoba Manterola | Foku)

La consejera de Salud del Gobierno de Lakua, Gotzone Sagardui, ordenará suspender o posponer actividades en municipios con una incidencia de la covid-19 superior a 400 casos por 100.000 habitantes en 14 días si las autoridades locales creen que no se pueden respetar las medidas generales de seguridad, como las distancias.

En este momento esa situación es muy generalizada si se tiene en cuenta que la incidencia global en el conjunto de la CAV llega casi a 2.000. Pero hay localidades por debajo, y una de ellas es Tolosa, con 363 casos según los últimos datos oficiales de este jueves, por lo que en principio no habría limitación alguna para celebrar los carnavales dentro de dos semanas, como se ha anunciado ya.

Esta es la única posible restricción de actividades que recoge Sagardui en una orden sobre las medidas previstas a partir de ahora, una vez que el próximo lunes termine la emergencia sanitaria en la CAV y decaigan las limitaciones que estaban en vigor.

En su orden, como medidas generales, la responsable de Salud recuerda el «deber de cautela y protección» de la ciudadanía ante la covid-19 y recomienda mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros y la ventilación permanente de locales públicos.

El Boletín Oficial del País Vasco publica este sábado el decreto del lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, por el que se declara la finalización de la situación de emergencia sanitaria declarada el pasado 2 de diciembre, y la orden de la consejera Sagardui sobre las medidas que regirán desde el próximo lunes, 14 de febrero.

La orden no impone medidas en cuanto los horarios de actividades o los aforos de locales, aunque señala que se suspenderán o pospondrán «todas aquellas actividades, independientemente de su ámbito», en municipios con una incidencia mayor de 400 casos si las autoridades municipales prevén que no puede garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas previstas.

Precisa que «los eventos o actividades en los que resulta más difícil garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas básicas, especialmente el uso de la mascarilla, son aquellos en los que se contemple la ingesta de comidas o bebidas».

Procurar mantener distancias

Como medidas generales, la consejera de Salud indica que se procurará mantener una distancia interpersonal de 1,5 metros en los lugares públicos, con especial atención a los recintos cerrados.

Añade que «los establecimientos y lugares de uso público deberán garantizar una ventilación permanente durante la jornada y, además, en momentos de apertura y cierre de los locales».

Recomienda la utilización de medidores de CO2 que puedan servir para ayudar a mantener niveles de ventilación adecuados del espacio interior.

Ya sin restricciones horarias, Sagardui indica en su orden que el horario de las distintas actividades comerciales, sociales y culturales se adaptará ahora a su «regulación ordinaria».

Recuerda que el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio en interiores, por lo que «durante el desarrollo de eventos así como en cualquier actividad de hostelería y restauración, solo se podrá prescindir del uso de la mascarilla en el momento de la ingesta».

La consejera recomienda el uso continuado de mascarilla, incluso en espacios exteriores, para las personas vulnerables e inmunodeprimidas.

Segunda desactivación del LABI

Además del decreto del lehendakari y la orden de la consejera, el Boletín Oficial publica una orden del vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, por la que se dispone la desactivación formal del LABI.

Otro tanto ocurrió en mayo del pasado año al decaer la declaración de emergencia, que luego tuvo que retomarse en agosto.