JOVENTUT 62 - LENOVO TENERIFE 64
El estreno de la Copa ha mostrado en todo su esplendor la parte más poética y en también la patética de la competición. Lenovo Tenerife ha tumbado al Joventut de Badalona con todo merecimiento, pero teniendo que ganar dos veces.
Los de Txus Vidorreta han sido muy superiores a los verdinegros, pero han errado demasiados tiros libres, y a base de fe, los pupilos de Carles Durán han conseguido remontar y ponerse por delante con un quinteto móvil y muy agresivo, 59-57. Pero cuando se han visto por delante, s e han topado con la veteranía y la sangre fría de los Sasu Salin y Shermadini, que han decantado el partido con un parcial de 3-7.
Un triple de Doornekamp ha inaugurado el marcador copero, preludio de un 2-10 de parcial en el que los de Txus Vidorreta le han demostrado a la Penya cómo se juega con un plan de partido. Solo Ante Tomic ha salido al paso del cuadro aurinegro, ante el desacierto y atolondramiento del resto de sus compañeros, quizá aún algo fríos en el amanecer de la Copa.
Un amanecer demasiado lejano, ya que el primer cuarto ha terminado con 10-21, después de una exhibición en toda regla de los de Txus Vidorreta desde el lanzamiento triple y cerrando por completo la creación de juego verdinegro, por mucho que en las gradas haya sido el Joventut quien más apoyos ha contado.
El primer triple verdinegro ha entrado casi mediado el segundo cuarto, obra de Joel Parra, que ha puesto un pírrico 13-24 en el marcador, siendo esta la primera señal de vida verdinegra, o al menos la primera señal ante la cual Vidorreta ha preferido parar el partido.
Entre la decena y la veintena, Lenovo Tenerife ha llevado su partido a placer, pero a partir del 39-51, se han bloqueado, con un súbito y tremendo miedo a ganar. Mientras, la Penya ha encontrado su quinteto para remontar con Ribas, Vives, Parra, Willis y Brodziansky, con Brandon Paul, Tomic y Bassas como eventuales recambios.
Sin acierto en el triple, la Penya ha remontado a base de cargar el rebote y forzar personales, al punto de adelantarse 59-57 tras tres tiros libres anotados por Joel Parra con un minuto por jugarse.
Pero en ese minuto final se ha visto el temple aurinegro, sobre todo en el triple que ha anotado Sasu Salin –su núnica canasta del partido– y los tiros libres que ha anotado Shermadini en los segundos de la verdad, mientras que el Joventut se ha estrellado contra el muro de su ansiedad, personificado en un balón que Bassas ha perdido con 59-62 en el marcador y a falta de 11 segundos, cuando le ha estampado su pase en la cara a su compañero Pau Ribas.
Un año más, Vidorreta ha guiado a su Lenovo Tenerife a las semifinales de Copa.
REAL MADRID 73 - RÍO BREOGÁN 67
Dzanan Musa llegaba a Granada después de obtener una valoración de 47 en la última jornada de la Liga ACB frente a Valencia Basket, y Pablo Laso no estaba dispuesto a permitirle esas alegrías en los cuartos de final de la Copa –lo han dejado en 13 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, con 3 de 11 en tiros de campo y 5 de 9 en tiros libres–.
Y pese a que su estrella ha estado muy controlado, el Río Breogán no ha hecho ningún ridículo, por descontado, y además en el último cuarto, jugando sin presión y con el apoyo de los espectadores, ha puesto en verdaderos apuros a los madridistas, que han tenido que necesitar una gran versión de Tavares y Heurtel, y cierta ayuda arbitral, para ganar y pasar a semifinales, donde se las verán con el Lenovo Tenerife, como el año pasado.
Eso, sí, para empezar el Real Madrid le ha endosado un parcial de 13-3 a su rival y durante más de dos cuartos y medio, el cuadro merengue ha podido vivir con ese mullido colchón, incluso en los momentos fugaces en los que su rival se ha arrimado a menos de 10 puntos.
Yabusele y Abalde junto con Tavares han sido más que suficientes para mantener a los de Veljko Mrsic a raya, a pesar de los buenos minutos de Musa y el esfuerzo de los Kalinoski o Mahalbasic.
O eso ha parecido cuando el cuadro de Pablo Laso se ha adelantado 57-41 hacia el final del tercer cuarto, cuando de pronto, el cauro galaico se ha quitado los corsés y ha empezado a tutear con toda insolencia al conjunto madridista.
Bell-Haynes, tan apagado en los tres primeros cuartos, ha empezado a penetrar y a sacar personales, aunque también se ha llevado algún tapón de más de Tavares. Mahalbasic ha empezado a ser un dolor en el rebote ofensivo, por no hablar del talento de Musa. Así las cosas, los de Mrsic se han arrimado 57-55 primeros y 62-60 después, levantando a los aficionados «neutrales» –alguno que otro del Baskonia– reunidos en Granada.
El Real Madrid no ha podido especular porque ha sentido en todo momento el aliento del Breogán en la nuca. Eso sí, tampoco ha faltado la «ayudita» arbitral al no pitar falta en el manotazo de Yabusele sobre Musa, castigado con falta técnica a las protestas de un Mrsic que ha visto la jugada en primera fila.
A cuentas de esos tiros libres de menos –o de más en el bando merengue– los de Pablo Laso han podido tomar aire, yénode 69-62 a falta de minuto y medio, y ahí le han entrado las prisas al Bregán, dejándose algún balón que otro en el camino, al tiempo que Heurtel le ha puesto el punto y final al partido con una suspensión desde media distancia, obligando a su rival a remontar un 71-62 en menos de un minuto.
Lukovic ha clavado un impresionante «tres más uno» que ha vuelto a meter al cuadro gallego en la pelea, aun siendo demasiado tarde. Los merengues no han podido respirar tranquilos en ningún momento hasta que Heurtel, jugando a ser el héroe como tanto le gusta, ha sentenciado –por segunda vez– con otra suspensión desde la línea de tiros libres.