Daniel   Galvalizi
Periodista

Almeida dimite de su cargo en el PP y Casado sigue en modo bunkerización

El alcalde de Madrid asegura que su renuncia a la portavocía del Partido Popular, ya filtrada ayer lunes, fue «en común acuerdo» con el presidente de la formación, quien persiste en resistir a los pedidos de dimisión y se atrinchera a pesar de todo.

Martínez-Almeida sonríe en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid.
Martínez-Almeida sonríe en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. (Gustavo VALIENTE | EUROPA PRESS)

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha confirmado este martes su dimisión al frente de la portavocía nacional del PP, cargo al que había llegado en agosto de 2020 de la mano del presidente de la formación, Pablo Casado, cuando hizo una reforma de sus cuadros y echó a Cayetana Alvarez de Toledo de la portavocía del grupo parlamentario.

En rueda de prensa y entendiendo el contexto de ruptura interna y guerra por el poder en el PP, Almeida ha aclarado frente a las cámaras: «Sé que esto se puede interpretar de varias formas en este momento, pero interprétenlo en el sentido que esto ha sido de común acuerdo y en conversaciones con el presidente del partido».

Además, con respecto a su rol como alcalde, ha afirmado: «No puede haber confusión y equívoco con los madrileños». Es que desde la mañana del lunes el equipo del alcalde había dejado trascender que había tomado la decisión de apartarse de la cúpula del PP estatal y abocarse a sus tareas en el mayor municipio del Estado.

Las causas son simples: Casado está en retirada o en permanencia muy cuestionada y su cargo expira en julio; Almeida tiene muchas posibilidades de ser reelegido al frente del consistorio y la campaña comienza de facto en tan solo un año; y el escándalo del espionaje a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha salpicado al alcalde por haberse perpetrado desde la órbita municipal. De hecho, la semana pasada apenas desatado el culebrón dimitió el coordinador general del municipio, Angel Carromero, señalado como el presunto instigador de las investigaciones irregulares.

Otra renuncia menos mediática pero sí importante fue la de anoche la jefa del comité Electoral del PP estatal, la diputada por València, Belén Hoyo. Se trata de la primera dimisión del núcleo duro de Casado y ocurrió el día en que mantuvo una maratónica y eterna reunión con el comité de dirección política del partido ayer en Génova. En ese mismo encuentro se ausentó Almeida, siendo coherente con las filtraciones de su equipo y confirmando con los hechos que era su último día.

No es un día tranquilo

El martes por la mañana no ha sido un comienzo de día tranquilo y los acontecimientos siguen sucediéndose de manera vertiginosa. Los pilares de la Ejecutiva nacional se van cayendo y hora tras hora las noticias que surgen son todas contrarias a la sostenibilidad de una permanencia de Casado en su cargo. Y el mayor nocáut este martes vino de parte del grupo parlamentario del Congreso.

Siete diputados del principal partido de la oposición han emitido un comunicado en el que exigen a Casado la renuncia inmediata de su mano derecha y secretario general, Teodoro García Egea. «Desde la lealtad al Partido Popular y el respeto al presidente del partido» (nótese que no se incluye lealtad para Casado), los legisladores encabezados nada más ni nada menos que por el secretario general del grupo parlamentario, Guillermo Mariscal, han pedido la «destitución inmediata» del número 2 del PP.

Los diputados le sugieren a Casado convocar por los cauces estatutarios convocar un Congreso Extraordinario para elegir a las «nuevas autoridades» del partido. Pocas veces una insurrección partidaria fue tan grotesca: el secretario general del grupo parlamentario del líder de la oposición le pide que se vaya o se haga reelegir.

Pablo Casado mantiene, a pesar de todo e insólitamente, su estrategia de bunkerización y apuesta a una reunión mañana con los barones del PP y a una reunión (que pocos creen que podrá hacerse porque la velocidad de los hechos hace que sea difícil confiar en ello) de la Junta Directiva Nacional el martes próximo. Más sólo que nunca, el líder de la oposición tiene las horas contadas.

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