Quique Domínguez ha renovado como técnico de Helvetia Anaitasuna hasta junio de 2025, nada menos que tres campañas más, algo poco usual en el balonmano actual. Así lo ha confirmado el propio interesado, quien ha asegurado que «estoy muy agradecido por esa confianza y por demostrarme con hechos que su deseo es que continúe aquí».

El preparador pontevedrés ha asegurado que su deseo «era continuar», ya que «mi familia y yo estamos encantados en este club, en esta ciudad y en esta tierra. Sin ninguna duda, esa es la primera razón por la que quiero seguir aquí los próximos años».

También ha influido en su decisión sentirse rodeado de un cuerpo técnico «con un nivel humano y profesional extraordinario, que se implicaban muchísimo y que me han ayudado enormemente a desarrollar mi trabajo y a que lo pudiera hacer en las mejores condiciones».

Domínguez ha indicado que cree en los proyectos a medio y largo plazo, además de compartir la filosofía del club «de la cantera, la base e ir dándole salida y protagonismo a todo ese trabajo que se hace en las categorías inferiores».

Con él en el banquillo han debutado Iñaki Martínez, Pablo Itoiz, Adrián Ortiz, Mikel Redondo, Martxel Agorreta, Pedro Casas y Aitor Alibizu, mientras que Pablo Fernández, Ander Martín e Ibai Etxarte han acompañado al primer equipo en algunos encuentros amistosos.

El míster gallego, que llegó al club navarro en el verano de 2020, ha destacado que continuará trabajando para que la entidad blanquiverde «sea cada vez mejor y una referencia para otros clubes a nivel nacional. Estoy convencido de que, con esa ilusión y con el trabajo que venimos haciendo, poco a poco todo eso se irá viendo reflejado», ha comentado.

García: «Persona adecuada»

Por su parte, el director deportivo de la sección de balonmano de Anaitasuna, Carlos García, ha justificado la prórroga del compromiso con Domínguez por tres años «porque creemos que es la persona adecuada para dirigir al primer equipo y que en estos tres años podrá desarrollar todo su potencial y esas actitudes de ambición y competitividad que tanto nos gustan».

De él ha resaltado que se trata de «un entrenador atrevido» y que «ha establecido una gran dinámica con los jugadores, que están muy contentos de trabajar con él». Junto a ello, «para nuestro club, es fundamental dar cabida en el primer equipo a los jugadores que van despuntando en la base. Es una de nuestras señas de identidad y eso lo ha interiorizado Quique a la perfección», ha añadido.

También el hecho de que siempre quiere mejorar a todos los jugadores, sean mayores o jóvenes. «Siempre ha agradecido el poder disponer de cualquier jugador del club para suplir las lesiones que ha sufrido la plantilla de Asobal. Desde que está aquí, se trata por igual a todo el mundo, y un jugador del equipo juvenil puede incluso llegar a entrenar y a jugar con el primer equipo. Eso se alinea muy bien con lo que deseamos en Anaitasuna», ha expuesto.

Mertxe López, presidenta de Anaitasuna, ha agradecido a Domínguez el trabajo realizado hasta ahora y el querer seguir formando parte del proyecto. «Creemos que lo está haciendo muy bien y estamos muy contentos de seguir confiando en él, porque el juego que plantea en la pista nos hace ilusionarnos con que puedan llegar muy buenos resultados. Además, nos complace que dentro del equipo se respire tan buen ambiente y que se esté abriendo la puerta a los chavales de la base de nuestro balonmano», ha destacado.

Con el pontevedrés en el banquillo, el equipo finalizó el curso pasado en la décima posición y en el actual se encuentra instalado en el noveno puesto, además de haberse clasificado para la final a ocho copera. A sus 53 años, esta será la segunda campaña en Iruñea, tras haber dirigido al Pilotes Posada, Teucro, Mudhar y Novás. Como jugador militó en los dos primeros equipos desde 1987 hasta 2002.