El Alavés ha perdido una magnífica oportunidad para derrotar a un rival directo y, de paso, recortar de manera sensible su distancia respecto a la salvación (2-2). Los de José Luis Mendilibar han dispuesto de la ventaja numérica durante una hora y se han puesto por delante hasta en dos ocasiones, pero no han sabido ni controlar ni ponerle pausa al choque.

Eso sí, a escuadra babazorra ha ido de menos a más durante el primer periodo, espoleada al encontrarse en superioridad numérica para cobrar ventaja en un momento psicológico que le ha permitido marcharse con ventaja en el marcador al descanso.

De hecho, las huestes de José Luis Mendilibar han iniciado el choque muy nerviosas en defensa, permitiendo las coladas de los delanteros azulones y mostrando escasa velocidad para contrarrestar esas acometidas. Con semejante panorama, ya para el cuarto minuto Maksimovic ha rematado muy solo desde el centro del área pequeña, pero no ha sido gol al no acompasar bien el salto con la trayectoria del esférico.

Sandro, que se ha movido por todo el frente del ataque local, ha sido una pesadilla para la zaga albiazul y una arrancada suya ha propiciado en el minuto 9 un disparo que, afortunadamente para los intereses visitantes, le ha salido bastante centrado y fácil para un bien colocado Pacheco.

El Alavés se ha librado de encajar el 1-0 en el 16 gracias a la falta de entendimiento entre el citado Sandro y Olivera. El primero se ha dejado llevar por su gen atacante, interponiéndose en un disparo para el que llegaba mucho mejor orientado el lateral zurdo, con lo que el lance se ha ido a las nubes.

A la media hora de juego ha llegado la jugada clave del duelo. En la disputa de un balón, Cuenca le ha metido los tacos en el muslo a Édgar Méndez, algo que Jaime Latre no ha considerado ni falta, en primera instancia, pero que el VAR le ha corregido no solo con la infracción, sino también con la roja para el central.

A partir de ahí, la tónica del partido ha variado de manera decisiva. El cuadro vasco se ha sacudido el dominio de su rival y se ha hecho con la pelota, pero aún ha sufrido con un remate de cabeza bombeado de un Enes Ünal que se encontraba en posición antirreglamentaria y que sacado con una felina estirada Pacheco.

El 0-1 ha sido de esos que se denominan psicológicos, pero también ha estado rodeado de cierta incertidumbre, teniendo que intervenir de nuevo el videoarbitraje. Al Alavés se le había anulado un anterior gol en el 28 por fuera de juego, que existía, y también se ha señalado idéntica irregularidad en el tiempo de descuento por un cabezazo viniendo desde atrás de Escalante.

El VAR concede el 0-1

En vivo ha parecido que su posición estaba más adelantada, pero la congelación de la imagen del VAR ha demostrado que el centrocampista argentino ha partido de manera correcta para poner por delante a El Glorioso poco antes del receso.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro se ha avivado enormemente en lo que aproximaciones a ambas áreas se refiere. Al conjunto babazorro se le ha anulado su segunda diana –la tercera si se contabiliza el 0-1– en el 52 al partir en fuera de juego Rioja en el origen de la jugada.

A renglón seguido, el equipo vasco se ha llevado el primer bofetón al permitir en un saque de esquina conectar a Enes Ünal  un gran cabezazo que se ha marchado a la escuadra tras una trayectoria parabólica del cuero, en el 55. El turco se ha convertido en el gran animador ofensivo de su equipo.

En otro lance definitorio del choque, el Alavés ha sabido reaccionar de inmediato, apenas un minuto más tarde. Duarte se ha colado por su costado zurdo y ha golpeado al cuero de tal forma que ha navegado por todo el área azulona, hasta conectar Édgar Méndez llegando desde atrás en el segundo palo.

La locura goleadora no se ha detenido ahí, en una segunda parte esquizofrénica, que el Alavés, por delante en el luminoso, no ha sabido frenar a tiempo. Joselu ha dispuesto de un mano a mano con Soria (m.64) para marcar el 1-3, pero el meta local le ha sacado su disparo.

El perdón le ha costado caro a los visitantes. De nuevo, Ünal se ha sacado un gol de bandera al sorprender a Pacheco con un disparo escorado y elevado que se ha colado ante la estupefacción del cancerbero extremeño en el minuto 72 y que ha vuelto a subir las tablas al marcador.

La decimotercera diana del turco en 25 encuentros, una marca más que meritoria, y cuya ejecución se ha originado por un saque rápido de banda de Iglesias, pillando desprevenido al costado defensivo izquierdo del Alavés.

Con un empate que no satisfacía ni a unos ni a otros, el enfrentamiento se ha convertido por momentos en una especie de correcalles, aunque solo una falta directa en el 87 ha hecho temer por un punto que sirve para sumar, pero no satisface ni permite recortar excesivamente la distancia con la salvación.