Asier Illarramendi ve la luz tras jugar el domingo ante Osasuna después de más de tres años desde que en el final del partido contra el Valencia del 10 de febrero de 2019 sufrió lo que en un principio se diagnosticó como una rotura de fibras de grado 3 en el aductor de su pierna derecha y entró en un túnel terrible con lesiones constantes que se encadenaban sin piedad.
El capitán realista jugó 39 minutos ante Real Madrid y Espanyol en los dos últimos partidos de esa temporada y los tres primeros de la siguiente hasta que se lesionó en San Mamés el 30 de agosto con lo que también parecía una fractura del peroné izquierdo, aunque después se apreció otra lesión en el ligamento deltoideo y la sindesmosis de su tobillo.
A pesar de la importancia de esa lesión, el problema que le ha impedido tener continuidad estos tres años ha sido el de Mestalla, más importante de lo que se vio en un principio, que le obligó a pasar por el quirófano en julio de 2020 en Londres para intentar solucionarlo.
Constantes lesiones musculares
Los problemas musculares han sido continuos desde entonces. No volvió a jugar hasta el partido de Copa del 20 de enero de 2021 en Córdoba. Enlazó cinco encuentros casi seguidos hasta que se lesionó en Granada el 14 de marzo. Volvió a caer en el entrenamiento previo a la final de Copa y desde entonces solo pudo jugar unos pocos minutos el 16 de mayo de 2021, cuando salió como titular contra el Valladolid y tuvo que ser sustituido por su enésima lesión.
El calvario ha seguido esta temporada hasta que reaparece falto de ritmo el 15 de diciembre en la Copa en Zamora, donde Imanol solo le pudo dar 45 minutos y fue el sacrificado para dar entrada en el descanso a Oyarzabal con 0-0 en el marcador.
Desde entonces solo ha faltado en una convocatoria ante el Alavés por su positivo de covid y esa continuidad le ha permitido alcanzar un buen tono físico. Tras salir en Leipzig en el último minuto, ante Osasuna no solo aguantó 70 minutos, sino que dio un buen nivel.
Acertó con 64 pases buenos de los 71 que intentó, con una buena conexión con David Silva y Merino que permitió superar la presión de Osasuna, y dio una lección de su visión del fútbol antes de despedirse con una gran ovación de la afición realista en su primer partido en el nuevo Anoeta a puerta abierta.
«Llevaba mucho tiempo sin sentir esto»
En su rueda de prensa posterior al encuentro Asier Illarramendi agradecía el cariño de su afición y repitió la misma palabra, disfrutar, constantemente: «Llevaba mucho tiempo sin jugar, sin sentir esto dentro de un campo, sin disfrutar de esto sobre el césped. Que me reciba la gente así y que en el cambio me aplaudan es de agradecer. La gente tampoco sabe lo que he sufrido yo y mi familia, son momentos jodidos, pero merece la pena sufrir tanto para recibir a cambio todo esto».
Se mostraba feliz por «tener buenas sensaciones y además con tres puntos. En la primera parte me he visto bastante bien. En la segunda he acusado llevar tanto tiempo sin jugar, he notado el cansancio, pero he acabado sin molestias, que era importante después de todo lo que he sufrido, y espero despertarme bien mañana».
Asier Illarramendi recordaba que «no había jugado en el nuevo Anoeta con público y tenía muchas ganas de vivir esto desde el césped. Hace diez o cinco años imaginarme esto se me hacía difícil y al ver el ambiente que hay ahora en Anoeta y cómo se lo pasa la gente, tenía ganas de disfrutar en el césped. En la grada he disfrutado, pero nos entrenamos para hacerlo en el césped y ha sido increíble. Se me ponían los pelos de punta de disfrutar de todo esto».
Una y otra vez repitió que «me apetece disfrutar de esto sobre el césped. En el día a día he podido estar con los compañeros, pero después de todo lo que he pasado intento disfrutar de los entrenamientos, de los viajes, porque cuando estás bien no te pones a pensar en todo lo que tienes, en todo lo que te rodea. Cuando pierdes algo te das cuenta de que pierdes muchas cosas y por eso quiero que me respeten las lesiones, disfrutar de esto en el césped. He estado luchando para volver a jugar y después de mucho tiempo me ha tocado disfrutar mucho».
«Ni me acuerdo de ese Asier»
Le preguntaron si sentía que podía volverse a ver el Asier Illarramendi de antes del calvario y respondió que «la verdad es que ni me acuerdo de ese Asier. Ha pasado mucho tiempo ya. Intento mejorar día a día. Después de tanto tiempo sufriendo quiero disfrutar del día a día, aprender, reírme porque al final sufres mucho cuando estás fuera y lo que me toca ahora es disfrutar. Espero que me respeten las lesiones. Mi idea es mejorar día a día, trabajar entre semana para empezar a tener minutos porque me ha costado mucho y espero seguir en la pelea».
Añadió que «siempre he confiado en mí. Sabia que cuando superara todas las lesiones me tocaría disfrutar a mí y a mi gente. Los que te quieren te ven sufriendo y, a pesar de que no soy un tío de decir a mi gente cómo estoy, sentía que ellos también sufrían por mí y espero que a partir de ahora disfrutemos todos».
Illarra desvelaba que no sabía que iba a jugar hasta pocas horas antes del partido: «No pensaba jugar. Me lo ha dicho al mediodía. Nos enteramos dos horas antes, ha visto que el equipo necesitaba frescura y los jóvenes y los que llevábamos tiempo sin jugar hemos estado bastante bien y lo más importante es que hemos sumado los tres puntos».
«Tenía ciertas dudas»
Admitía que «he tenido muchas lesiones musculares esta temporada y por eso tenía ciertas dudas de cómo iba a rendir porque al jugar cada tres días no hemos hecho entrenamientos a campo grande. Jugábamos partidos de cinco para cinco entre los suplentes y me he encontrado bastante bien».
La Real agradeció su salida de balón: «En la primera parte he intentado darles líneas de pase a los centrales, pero Osasuna nos cerraba bien y nos ha costado un poco más con balón, pero me he sentido bastante a gusto. Osasuna es un equipo intenso, que presiona fuerte, y no hemos perdido balones en la salida de balón».
Le preguntaron si tras la victoria se piensa en la Europa League o en la Champions y el capitán realista respondió que «la lucha es feroz para estar arriba porque hay equipazos y, a pesar de que la Champions está a pocos puntos, lo que hay que hacer es luchar cada domingo a muerte porque cada vez quedan menos puntos y el equipo quiere estar disfrutando de jugar en Europa como el jueves. A falta de un par de jornadas veremos donde estamos y a qué podemos aspirar».
La Real juega este miércoles en el campo del Mallorca (21.00) el partido de Liga aplazado por la eliminatoria de Copa contra el Betis que la Real preparará este martes a las 15.30. En esa sesión Imanol verá la evolución de los jugadores tocados. El técnico espera recuperar a Aihen y Rafinha y, por contra, Merino se suma a la lista de bajas tras sufrir una fractura en la última falange del meñique del pie izquierdo.