En medio de la guerra en Ucrania, la aplicación de la Convención de Montreux por parte de Turquía para impedir el acceso de buques de guerra al mar Negro ha puesto de relieve la importancia de este tratado marítimo que regula la navegación por el estrecho de los Dardanelos y el Bósforo, la vía de agua que comunica el Mediterráneo con el mar Negro.
A continuación se explican los aspectos claves de la Convención.
-¿Qué es la Convención de Montreux?
Firmado en Suiza en 1936 por Turquía, Grecia, Bulgaria, Rumanía, el Estado francés, Gran Bretaña, Australia, Japón, Unión Soviética y Yugoslavia, el documento garantiza pasaje gratuito a todos los buques mercantes en todo momento, al tiempo que otorga a Turquía la función de controlar el paso de navíos militares.
Además, las diversas normas que establece varían si hay paz o guerra, y en esta segunda situación, depende de la postura de Ankara en el conflicto.
En tiempos de paz…
Los buques de guerra deben avisar con quince días de antelación de su paso.
Solo pueden cruzar los que tengan menos de 15.000 toneladas, lo que excluye a los portaaviones.
Ningún buque militar de un país que no sea ribereño del mar Negro debe permanecer más de 21 días en este mar.
Además, el volumen combinado de todos los buques de guerra de países no ribereños nunca debe exceder las 45.000 toneladas.
…y en tiempos de guerra
Todo depende de si Turquía es neutral o parte del conflicto.
Puede tomar las decisiones que considere oportunas si está implicada (artículo 20) o se siente amenaza sin ser parte activa (artículo 21). Se trata de dos artículos que hasta hoy nunca se han invocado.
Si Turquía es neutral, debe impedir el paso de navíos militares de las potencias implicadas, pero franquear el de los países que no son parte del conflicto, según establece el artículo 19, aplicado por primera y última vez hasta ahora en la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo evalúa Turquía la situación actual?
Desde el pasado domingo, según anunció entonces el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, Ankara considera que la invasión rusa de Ucrania «es una guerra en toda regla».
En consecuencia, ha decidido aplicar la Convención de Montreux acorde, es decir, tanto frente a Rusia como a Ucrania.
«El artículo 19 es muy claro», subrayó el jefe de la diplomacia turca dando a entender que Turquía se mantiene neutral, posición confirmada al día siguiente por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien reiteró que Turquía no puede romper relaciones ni con Moscú ni con Kiev.
Ayer, Çavusoglu especificó en conversación con la prensa que Ankara ha avisado «tanto a los países ribereños del mar Negro como a los no ribereños de que los buques de guerra no pueden pasar» por el Bósforo y los Dardanelos.
La cláusula del regreso
Çavusoglu ha matizado que del cierre quedan excluidos los buques que quieran regresar a su puerto de matrícula, tal y como prevé el artículo 19, lo cual permitiría a Rusia traer desde el Mediterráneo más barcos de guerra, siempre que estén registrados en un puerto del mar Negro.
También permitiría la vuelta a casa de navíos extranjeros actualmente desplegados en el mar Negro.
¿Por qué se cierra el Bósforo a todos los buques de guerra?
Esto es lo que no ha quedado claro. Si Turquía es neutral y aplica el artículo 19, debe permitir el paso a los navíos militares de países no involucrados.
Al desatarse la guerra en Ucrania como un conflicto entre Rusia y la OTAN, es dudoso si los miembros de la Alianza Atlántica son «neutrales» (aunque Turquía, miembro de la Alianza, lo es), pero el anuncio de Ankara publicado en la prensa turca (no se ha difundido un documento oficial) no se sostiene con la Convención.
Más confusión añade la declaración del ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, quien ha dicho hoy mismo: «Como hemos hecho hasta ahora, seguiremos aplicando los artículos 19, 20 y 21 de la Convención de Montreux».
En realidad, los últimos dos nunca se han aplicado y además no pueden invocarse a la vez que el 19, porque eso significaría que Turquía abandona su postura neutral, algo que por el momento parece descartado.