Por Mestalla pasan gran parte de los objetivos del Athletic en la presente temporada. Los rojiblancos afrontan un duelo trascendental para acceder a la que sería su tercera final consecutiva, en la que no solo podrían engordar su palmarés copero, sino acceder también a una plaza de Europa League, reto por el que también pelean en Liga.
Pero para que no suceda el cuento de la lechera, los de Marcelino deberán pasar primero un test muy exigente en un feudo en el que se van a encontrar un ambiente muy hostial, a raíz del cruce de declaraciones que ha habido entre representantes de ambos clubes a cuenta del juego exhibido en el partido de ida en San Mamés, de la actuación arbitral y de polémica en torno a la diferencia de días de descanso para uno y otro equipo.
Frente a ese recibimiento poco amistoso, el Athletic exhibe una tarjeta de presentación para encuentros de esta índole fuera de lo común. Haber desnivelado a su favor las últimas ocho semifinales que ha disputado –cinco de Copa, dos de Supercopa y una de Europa League– y encadenar quince eliminatorias consecutivas superadas en competiciones con formato copero (exceptuando finales) no está al alcance de todos.
Por si no fuera suficiente, otro dato esclarecedor. Los leones han decidido a su favor a domicilio las tres últimas semifinales de Copa que han afrontado. Así, dejaron en la cuneta en su propio estadio al Espanyol en la 2014-15, al Granada en la 2019-20 y al Levante en la edición pasada.
Con todo, la mejor noticia sin duda para los intereses de la entidad de Ibaigane es que su entrenador puede disponer de toda su plantilla para tan decisivo compromiso. Y, además, los teóricos titulares llegarán muy frescos para la contienda, después de que Marcelino apenas les diese unos pocos minutos en el Camp Nou a algunos de ellos –Yeray, Iñigo Martínez, Dani García, Vesga, Iñaki Williams, Raúl García y Sancet– y otros ni siquiera pisasen el césped –De Marcos, Yuri, Berenguer y Muniain–.
A buen seguro que el preparador asturiano ha revisado unas cuantas veces el video de la ida para intentar contrarrestar la puesta en escena de un Valencia que maniató al Athletic en San Mamés a base de igualarle la intensidad y no permitiendo ninguna fluidez en el juego rojiblanco.
Eso, unido a que el 1-1 del partido disputado en Bilbo sirva de bien poco tras la anulación del valor doble de los goles fuera de casa, provoca que el duelo se presente más que interesante, habida cuenta de que ambos contendientes se van a ver obligados a buscar la portería contraria si quieren pasar a la final.
Sí que tiene ausencias importantes su rival. Para empezar en la portería, donde no podrá estar Cillessen, y también en sus laterales. Por el costado diestro, el míster che, José Bordalás, no dispondrá del lesionado Correia –esguince de rodilla–, mientras que en el izquierdo se mantedrá la duda hasta última hora de Gayà por unos problemas musculares.
El Valencia llega al envite después de vencer en Mallorca por la mínima y acabar con una trayectoria negativa de siete jornadas ligueras sin conocer la victoria. Mestalla se llenará al 85% de su capacidad, el máximo permitido, después de que el club che intentase de manera infructuosa levantar las restricciones para ocupar todo los asientos.
Marcelino: «Aquí se jugó poco»
Lejos de aparcar la controversia, los dos técnicos de ambas escuadras han insistido en sus posicionamientos en la previa de la disputa del encuentro. Así, Marcelino ha respondido a una declaraciones de Bordalás, en las que se ha quejado de que, desde Bilbo, ha habido «un intento de condicionar» la vuelta.
El preparador rojiblanco ha contestado al respecto que «los hechos son irrefutables» y que era un «hecho» que en San Mamés «se jugó poco». «En mi caso, creo que no he querido, en ningún caso, condicionar el partido de vuelta. Relaté en el pospartido una serie de hechos que acontecieron y una situación de horarios que es evidente. Esto es muy fácil. Del domingo al miércoles hay tres días y no cuatro. Y somos el único equipo de los cuatro (que están en semifinales) que jugamos los dos partidos (de la eliminatoria) en esta situación. Esos son hechos irrefutables», ha recordado.
Marcelino ha asegurado que, cuando recordó que se había jugado «poco» en la ida, «en ningún caso estaba infravalorando el estilo del rival», porque «que se juegue más o menos no depende del Athletic ni del Valencia, sino de que el árbitro defienda determinado tipo de situaciones».
«Lo demás es fútbol, cada equipo utiliza un estilo y a mí me merece el mismo respeto el estilo del Barça que el del Valencia, por hablar de dos de los últimos partidos que hemos jugado», ha subrayado un Marcelino que ha asegurado no estar «pendiente de las declaraciones del otro entrenador», sino de lo que debe hacer su equipo «para intentar ganar».
En ese sentido, ha reconocido que el Athletic tiene que jugar este miércoles «un partido bastante mejor que en San Mames» en la ida. «Aunque a nivel defensivo lo hicimos bien, en ataque y contraataque tenemos que proponer más», ha avanzado, considerando que, tras el 1-1 de la ida y al jugarse la vuelta en Mestalla, «si a alguien se le puede considerar favorito» en la eliminatoria «es al Valencia».
No obstante, ha puesto en valor a su plantilla por haber alcanzado ya cuatro finales en poco más de un año y triunfos como los de esta temporada ante el Barcelona y el Real Madrid en Copa, o el Atlético de Madrid en la Supercopa. «Lo que están haciendo estos futbolistas tiene un mérito incalculable», ha resaltado.
En todo caso, ha avanzado que llegar a una nueva final «va a ser muy difícil» porque «el Valencia es muy buen equipo y tiene una plantilla muy buena», con jugadores entre los que ha destacado como más «determinantes en el contraataque» a «Carlos (Soler) y a (Gonçalo) Guedes».
Para superar a un rival así, Marcelino ha pedido a los suyos «ilusión, ambición y convencimiento de que hay que ser mejores para ganar», y en lo futbolístico, «querer el balón, tomar la iniciativa, creación, posesión y darle ritmo al juego a través de combinaciones».
Espera, asimismo, un duelo «de mucha intensidad, con bastantes interrupciones y muchísima disputa», que podría acabar en tablas después de 90 minutos y prórroga, si bien sus pupilos no han ensayado lanzamientos de penalti, ya que eso supondría no enviar un «mensaje correcto» a sus jugadores.
Centenario de la muerte de Pichichi
Este 1 de marzo, además, se cumple el centenario de la muerte de Rafael Moreno "Pichichi", uno de los grandes iconos de la historia del Athletic. Y el primer gran goleador del fútbol estatal, de ahí que el trofeo que se otorga al máximo realizador liguero lleve su nombre.
Es por este motivo y por la ofrenda floral que realiza ante el busto de bronce de San Mamáes el capitán del equipo que visita por primera vez San Mamés, acompañado de su homólogo rojiblanco, por el que las generaciones actuales conocen a aquel delantero que se distinguía por llevar un pañuelo de cuatro nudos en la cabeza para evitar dañarse con las costuras de los antiguos balones.