El Juzgado de Instancia número 2 de Vigo decretó este martes el fallecimiento de los doce marineros desaparecidos en el naufragio del pesquero Villa de Pitanxo, ocurrido el 15 de febrero en aguas de Terranova.

Este paso administrativo permite que a partir de ahora estas personas sean consideradas fallecidas oficialmente y así los familiares puedan tener un acceso más rápido a las prestaciones que les corresponden.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) aclaró que la formalización de este trámite es posible en virtud del artículo 194 del Código Civil, que indica que procede también la declaración de fallecimiento transcurridos ocho días sin noticias de personas que se verificó que iban a bordo de una nave naufragada.

No obstante, María José de Pazo, hija del jefe de máquinas del buque, Francisco de Pazo, ha vuelto a solicitar al Gobierno español que aclare qué pasos se están dando para continuar con la búsqueda de los cuerpos, ya que el Ejecutivo aseguró que iría comunicando «las opciones que se iban barajando» y ha pasado una semana sin tener más noticias de las mismas.

Familiares piden más explicaciones

Además, algunos familiares han trasladado a Europa Press que continuarán «pidiendo explicaciones» sobre lo sucedido, porque tienen «dudas» sobre qué pudo pasar para que el barco se hundiese.

Por ello, no han cerrado la puerta a interponer una denuncia por lo penal, aunque reconocen que no todas las familias estarían de acuerdo y primero quieren conocer el resultado de las averiguaciones que está llevando a cabo la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAM), dependiente del Ministerio de Transportes.

Sobre estas investigaciones también habló anoche el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Javier Touza, quien explicó que la CIAM está recabando mucha información para saber qué ocurrió en la madrugada del 15 de febrero.

Indicó que «en los próximos días» se llamará a declarar a los supervivientes y que el testimonio del patrón del barco, Juan Padín, tendrá «gran importancia» ya que ayudará a esclarecer alguna de las causas que pudo provocar el suceso.

Touza subrayó que, a pesar de haber sobrevivido, «no dejan de ser víctimas» y que todavía padecen un «shock psicológico importante».

Sobre la posible inmersión para acceder al buque en búsqueda de cuerpos, el presidente de ARVI recordó que el Gobierno español ha contactado con una empresa de Vigo que cuenta con un robot sumergible que «en pocos días» podría desplazarse a Canadá si así se decide. Este aparato facilitaría imágenes del exterior del buque, sin poder entrar en el mismo.

La tragedia del 15 de febrero

Fue en la madrugada del pasado 15 de febrero cuando se dio la voz de alarma y se conoció el hundimiento del Villa de Pitanxo en aguas de Terranova.

Eran las 5:24 horas cuando el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, con base en Madrid, recibió dos alertas automáticas del buque, un arrastrero congelador de 50 metros de eslora de la Armadora Nores con base en Marín (Pontevedra), que pescaba fletán.

Según las primeras informaciones, las duras condiciones meteorológicas de la zona, con olas de más de cinco metros de altura, podrían haber provocado un golpe de mar que habría hundido el buque en cuestión de minutos.

Los grupos de rescate encontraron con vida a 3 de los embarcados: el patrón, Juan Padín; su sobrino Eduardo Rial; y el marinero senegalés Samuel Kwesi.

Además, fueron hallados sin vida 9 del total de 24 tripulantes. Por ello, ahora las otras 12 personas han sido decretadas fallecidas.