Pello Guerra

Una exposición homenajea y visibiliza el papel de las mujeres en la hostelería de Nafarroa

Visibilizar el papel de las mujeres en el sector y homenajear a todas ellas es el doble objetivo de la exposición ‘Historia de la Hostelería contada por 25 mujeres’, organizada por ANAPEH. Imágenes de posado en blanco y negro en gran tamaño junto a otras en plena actividad recogen su aportación.

Imagen de la inauguración de la muestra sobre el papel de la mujer en la hostelería de Nafarroa.
Imagen de la inauguración de la muestra sobre el papel de la mujer en la hostelería de Nafarroa. (Idoia ZABALETA/FOKU)

Visibilizar y homenajear el trabajo de las mujeres en la hostelería a través de 25 historias es el doble objetivo de una exposición organizada por la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPEH), que se puede visitar hasta el 11 de abril en el palacio del Condestable de Iruñea antes de iniciar un recorrido por diferentes localidades del herrialde.

«¿Está el jefe?» es una frase que han escuchado durante años, y lo siguen haciendo en algunos casos, las mujeres que están al frente de establecimientos hosteleros. Desterrar esa imagen de que encabezando este sector están ellos y que ellas se dedican a la cocina o a la limpieza en exclusiva es lo que busca esta exposición, según ha explicado en su inauguración María Ángeles Rodríguez, presidenta de ANAPEH.

Porque la mujer ha estado y está presente y trabajando en el sector hostelero en los más diversos ámbitos, como «la propiedad, la gestión, la limpieza, la atención en sala» y un largo etcétera, como ha destacado Rodríguez, quien ha puesto el acento en la necesidad de recordar que «las mujeres siempre hemos estado ahí, que se conozcan sus historias y su papel sea visible».

Ese trabajo queda patente en la muestra, que ademas ha sido recogida en una publicación, en la que son protagonistas 25 mujeres de entre 22 y 75 años que dedican su vida a la actividad hostelera, desde el ocio nocturno hasta las ventas de montaña.

Todas ellas aparecen en unas imágenes en blanco y negro de posado en gran formato que han sido realizadas por el fotógrafo José Luis Pujol, a las que acompañan otras en las que se les ve en plena actividad, junto a un comentario en el que se condensa su labor y su amor por esta actividad.

Así, Maite y Clara Fernández Santacruz, de la Hostelería del Temple de Iruñea, de 60 y 68 años, respectivamente, condensan su trayectoria recordando que «tenemos gente que venía cuando estudiaba empresariales y que luego ha venido con su cuadrilla de amigos, con sus novias y novios, con sus hijos y ahora con sus nietas y nietos. Eso nos emociona de verdad».

Maria Ángeles Ezker, de la casa rural Katalin Garde, de Izaba, apunta que «desde que era niña estoy acostumbrada a ver gente en casa, para mí era emocionante; venían vestidos diferente, tenían costumbres diferentes».

Desde la venta de Juan Pito, Ana María Gabás, junto a sus hijas Nerea e Idoia, pone el acento en el carácter familiar de muchos de estos negocios al indicar que «yo he hecho la vida aquí y mis hijas también se han criado en la casa, donde ahora trabajamos juntas».

Con 75 años, Beatriz Zabaleta, del restaurante Beatriz Enea, de Leitza, señala que «hay que animarse, seguir con ganas, con cariño, con amor. Tengo la suerte de que mi trabajo me ha gustado toda la vida».

Desde la posada de Elbete, Belén Urrutia apunta que «lo que tenemos que hacer es seguir esta línea de trabajo, apostar por la economía circular y kilómetro cero, buscando los sabores auténticos, los de aquí y aprovechar lo que nos dé la naturaleza».

A ese vínculo entre hostelería y desarrollo sostenible ha hecho referencia en la inauguración Paz Fernández, directora del servicio de Marketing Turístico del Gobierno de Nafarroa, quien ha destacado que el de la hostelería es «un sector feminizado, con un 62% de mujeres», aunque «cinco de cada diez contratos de trabajo parcial son para mujeres».

Por su parte, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, ha animado a la ciudadanía a acercarse a visitar la muestra «por su interés y porque invita a la reflexión», ya que «visibiliza la importancia de la mujer en la hostelería».

Un papel que recoge en una frase uno de los textos que acompaña la exposición: «Sin ellas, nada sería posible; con ellas, todo es posible».