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Miami

El Senado de Florida aprueba el homófobo proyecto de ley «No digas gay»

El Senado de Florida (EEUU) ha aprobado este martes un polémico proyecto de ley que prohíbe a los maestros hablar sobre sexualidad e identidad de género en las aulas, una medida bautizada por sus detractores como «No digas gay» que ahora debe sancionar el gobernador del estado, Ron DeSantis.

Una manifestación ante la Casa Blanca durante la Marcha de la Igualdad por la Unidad y el desfile del Orgullo en Washington.
Una manifestación ante la Casa Blanca durante la Marcha de la Igualdad por la Unidad y el desfile del Orgullo en Washington. (Jose Luis MAGANA | AFP)

El proyecto de ley, oficialmente llamado ‘Derechos de los padres en la educación’, impide que los maestros aborden la identidad de género y la orientación sexual en los centros educativos desde el jardín de infancia hasta el tercer grado.

A partir de ese grado de educación primaria, ambas cuestiones serán abordadas de una forma «apropiada para la edad», según indica el texto del proyecto.

La aprobación por el Senado de Florida ha llegado después de que, en febrero, el proyecto saliera adelante en la Cámara Baja, ambas controladas por el Partido Republicano, y en medio del rechazo de la oposición demócrata y de los grupos a favor de los colectivos LGBTQ, quienes han realizado protestas en los últimos días contra la iniciativa.

Su impulsor, el congresista republicano Joe Harding, ha defendido el proyecto con el argumento de que deben ser los padres, y no los educadores, quienes aborden estos temas con sus hijos, y de ahí que el texto prohíba que dichos asuntos sean integrados en los planes de estudios oficiales elaborados por los distritos escolares.

Además, la propuesta legislativa permite que los padres de familia entablen demandas contra las autoridades escolares, si es que sienten que estos límites han sido incumplidos.

Un proyecto «de odio», según la Casa Blanca

Durante la sesión del lunes en el pleno del Senado, los demócratas habían intentado, sin éxito, modificar parte de la redacción del proyecto, al considerar que era vaga y eclipsaba las discusiones sobre temas LGBTQ, además de querer introducir algunas protecciones a favor de este colectivo.

«Parece que en la política de hoy hemos ido por un camino en el que tenemos miedo de dar un paso adelante y de asegurarnos de no lastimar a las personas», dijo el lunes en el hemiciclo Shevrin Jones, demócrata, hijo de un pastor protestante y quien en 2018 se convirtió en el primer senador abiertamente gay en Florida.

La aprobación de este martes, con 22 votos a favor y 17 en contra, no supone gran sorpresa en vista de que el proyecto formaba parte de la agenda republicana para este periodo de sesiones, que concluirá el viernes, y contaba con el beneplácito de DeSantis.

«Queremos estar seguros de que los padres puedan enviar a sus hijos al jardín de infantes sin que se inyecten algunas de estas cosas en algunos de sus planes de estudios escolares», dijo DeSantis en una rueda de prensa el lunes.

Una ola de protestas se registró en los últimos días en la capital de Florida, Tallahassee, donde varios escolares y miembros de organizaciones a favor del colectivo LGBTQ pidieron el voto en contra de la medida, que ha sido criticada por el propio presidente de EEUU, Joe Biden, quien expresó su preocupación por el impacto negativo que podría tener en los jóvenes.

Tras su aprobación este martes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha comentado a la prensa que los pasos de Florida «son profundamente preocupantes» y ha afirmado que se trata de un proyecto «de odio» que tiene una «naturaleza discriminatoria» contra los niños LGBTQ.