Ibon Etxeberria, miembro del LABI y residente en Bilbo, acudió el domingo 7 de febrero de 2021 al campo de golf de Laukariz, en Mungia. Lo hizo a pesar de que ambas localidades se encontraban en aquella fecha en la llamada «zona roja» de incidencia del covid-19 y a pesar del confinamiento perimetral municipal en vigor desde el 25 de enero.

El caso trascendió a raíz de que la Ertzaintza multara a Etxeberria. Y, aunque inicialmente el Gobierno de Lakua trató de cubrir al miembro del LABI, finalmente se vió forzado a cesar al director de Salud, que se reincorporó a su antiguo puesto de gerente del Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia.

Sin embargo, dicha entidad optó poco después por prescindir de sus servicios.

Sobre ese despido se ha pronunciado este jueves el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), y lo ha hecho para confirmar la sentencia de despido improcedente que obliga al Colegio de Farmacéuticos de Bizkaia a abonar a Etxeberria con 151.500 euros.

«Actuación personal dudosa»

En la carta de comunicación del despido, la entidad corporativa le reprochó numerosos «incumplimientos» y le criticó que, como asesor del Gobierno de Lakua en la pandemia, se saltara el confinamiento perimetral.

«Usted era plenamente consciente de que ese tipo de hechos atentaban gravemente contra las restricciones impuestas para evitar la propagación del virus», le censuró.

Además, le expusieron que su actitud había sido considerada como «conducta desleal» respecto a normativas internas y sancionada con el despido.

La sentencia de instancia estimó ese despido como improcedente y obligó al Colegio de Farmacéuticos a indemnizar con 151.500 euros a su ex gerente, que recurrió reclamando poder regresar a su puesto.

Ahora, la resolución del TSJPV ha desestimado los recursos del Colegio profesional y del interesado, y ha confirmado la resolución inicial, que consideraba que el incidente respecto al confinamiento supone «una actuación personal dudosa, pero que no puede acarrear la máxima sanción del despido».