Dentro del Plan de Activación de Artxanda y en el contexto de la recuperación de la Memoria Histórica, el Ayuntamiento de Bilbo ha ejecutado una pasarela peatonal de madera que acerca un tramo de la trinchera del Cinturón de Hierro, que también ha sido restaurada, al Parque de la Huella y lo integra en el Itinerario de la Memoria.
La pasarela cuenta con 186 metros de longitud y 2 metros de ancho. Su ejecución no ha precisado excavación, salvo en los apoyos de los pilares que la sustentan; evitando así, grandes movimientos de tierra en una zona de presunción arqueológica. Los trabajos han sido supervisados por un equipo de arqueólogos.
Dentro de la propia pasarela se han ejecutado dos sobreanchos donde se han colocado dos atriles interpretativos –con información in situ y posibilidad de acceder a más contenido a través de distintos códigos QR–. Los paneles informativos se sitúan, el primero justo encima de la propia trinchera excavada y restaurada y el otro unos metros más atrás, en un rellano natural del terreno.
Restauración de la trinchera
La trinchera de Artxanda, que fue excavada durante el año 2016 por un equipo de arqueólogos, está situada en las proximidades del Itinerario de la Memoria. Sin embargo, al estar ubicada en la parte baja de la ladera, la trinchera no resultaba fácilmente accesible hasta ahora.
Es por ello que, además de ejecutar el camino y la pasarela de acceso a la trinchera, se ha abordado también su restauración. Se ha hecho a través de la colocación de sacos de arpillera, tal y como fue construida en el año 1936.
El Cinturón de Hierro era una línea de fortificaciones de más de 80 kilómetros de longitud que el Gobierno Vasco levantó en 1936 para proteger Bilbo y su entorno frente al avance de las tropas franquistas. Aquella obra no fue suficiente, y tras la traición de Alejandro Goikoetxea (ingeniero que había diseñado la defensa) al facilitar los planos a los franquistas, las tropas sublevadas entraron en Bilbo el 19 de junio de 1937.