El Athletic aspiraba a dar un golpe en la mesa en el Villamarín para relanzar sus opciones europeas, pero los de Marcelino han protagonizado un envite bastante plano, con escasa continuidad en su juego y sin la chispa necesaria para enjugar el marcador adverso con el que se ha encontrado a partir del minuto 20.
La escuadra rojiblanca se ha encontrado muy incómoda durante gran parte de la primera mitad, a causa de la presión elevada que han ejercido los locales, quienes han firmado los mejores lances y han conseguido adelantarse en el marcador mediado dicho periodo.
Antes de ese momento, los verdiblancos ya han dispuesto de un par de oportuniddes claras, primero en las botas del a la postre goleador Borja Iglesias, con un disparo raso demasiado cruzado (m.3), y después con una gran jugada combinativa de los anfitriones, que ha culminado con un tiro centrado y flojo Juanmi (m.12), fácil para un bien colocado Unai Simón.
El Athletic, acogotado en medio campo y sufriendo en su salida de balón, únicamente ha sumado en su bagaje ofensivo un chut defectuoso de Berenguer (m.10) al intentar colocar de rosca con su zurda. Los leones no han inquieta y el dominio bético ha acabado teniendo premio.
Una colada por banda izquierda y posterior centro de Miranda ha encontrado el posterior remate de cabeza de Borja Iglesias quien, llegando desde atrás, se ha posicionado mejor para el testarazo en un envío que ha superado por arriba a un desdibujado Yuri.
A raíz del 1-0, los de Pellegrini han bajado un tanto el pistón y el Athletic se ha visto algo más desahogado a la hora de evolucionar con la pelota en campo contrario. Ello ha provocado un par de llegadas con cierto peligro que, sin embargo, no se han materializado en nada concreto.
Un cabezazo de Iñaki Williams a colocar (m.28) cuando ya Rui Silva estaba superado en su estirada y un disparo de Muniain poco más allá de la media luna (m.43) han confirmado la mejoría rojiblanca, si bien el acierto ha seguido brillando por su ausencia.
Sin fluidez en ataque
También la reacción, pues el paso por vestuarios no ha cambiado para nada la dinámica del choque, con un cuadro vasco muy intermitente, sin continuidad en el juego y sufriendo más la posibilidad de un 2-0 que la de lograr una ansiada igualada.
Ante tal tesitura, Marcelino ha decidido mover el banquillo, cambiando a un hermano Williams por el otro y relevando el lateral zurdo, donde Yuri ha sufrido mucho marcando a Fekir y también con Canales cuando el cántabro ha caído por ese costado.
Las variaciones han surtido su efecto. El recién entrado Nico Williams ya ha probado con la portería contraria apenas unos segundos en el césped, pero su chut se ha marchado muy elevado (m.59), mientras que Muniain se ha inventado una jugada individual –pisada y caño, incluidos– en el 63, aunque ha querido finalizar casi sin ángulo y ahí ha estado, en el primer palo, Rui Silva para despejar el cuero.
Nico Williams lo ha vuelto a intentar por segunda vez, con un par de quiebros sobre Miranda y un posterior lanzamiento con la zurda, también por encima del travesaño. La dinámica ha cambiado y los locales han comenzado a acusar su apretado calendario, con lo que Pellegrini ha retirado un delantero y ha poblado el medio campo con un nuevo pivote.
El partido, que hasta los últimos diez minutos, ha sido de guante blanco, se ha enrarecido de manera considerable por una doble acción del peculiar futbolista que es Fekir. Con ventaja en el luminoso, el francés se ha permitido el lujo de dar varios toquecitos al esférico en el aire, cosa que no ha gustado a De Marcos, quien le ha hecho falta a renglón seguido, además del reproche posterior de Muniain, al que ha respondido Fekir con una patada sin balón.
La roja directa ha provocado el correspondiente tumulto y algunas amarillas más, junto al rebote de la grada con Mateu Lahoz y Athletic. Lo que ha sido una ventaja numérica sobre el verde no la han sabido traducir los leones en nada positivo, más allá de algún que otro centro, pero sin encontrar la fluidez necesaria en el tramo final.
Marcelino: «Ha faltado acierto»
Marcelino ha asegurado tras perder frente al Betis que a sus jugadores «no hay que ponerles ni un pero» por la derrota en el Benito Villamarín, al valorar que «han competido, pero gana el equipo que más goles mete».
«Nos metieron un gol en una jugada que podíamos haber defendido mejor. Marcamos muy mal un centro lateral. Luego, hemos querido ganar, pero en los metros finales no hemos estado acertados. Apenas hemos sumado un disparo, el de Muniain. Hemos querido, pero no hemos podido», ha resumido.
El técnico asturiano ha recordado que el Athletic ha «tenido llegadas claras al área», aunque a sus futbolistas les «ha faltado acierto» para, «al menos, superar al primer rival», y ha lamentado que el suyo es «el tercer equipo que menos goles mete fuera de casa».
«Se demuestra que algo tenemos que mejorar», ha admitido Marcelino, que ha considerado que su equipo ha «tenido llegada y creado peligro» en el campo del Betis, a pesar de que «ha faltado el último pase», lo que ha propiciado una derrota que lo deja «fastidiado porque tenía mucha ilusión en este partido».