La Fiscalía pide 13 años y 2 meses de prisión para el excomisario de la Policía española José Manuel Villarejo y el empresario Francisco Javier López Madrid por los supuestos delitos continuados de coacciones, amenazas, contra la Administración de Justicia y dos de lesiones.
Los hechos se remontan a 2012, cuando la víctima era jefa del servicio de Dermatología del hospital San Camilo de Madrid, y en su condición de médico especialista conocía a la familia de Francisco Javier López Madrid, con quien al año siguiente comenzó una relación de «estrecha» amistad.
A partir de entonces y hasta setiembre de 2013 comenzó a recibir regalos, mensajes subidos de tono, fotografías sexuales explícitas y a tener encuentros «deliberadamente casuales» en sitios públicos como tiendas, restaurantes y en el lugar de trabajo, y además durante esos meses mantuvieron «largas» llamadas telefónicas y una relación por correo electrónico, siempre según la Fiscalía.
Añade que en setiembre de 2013 Francisco Javier López Madrid contactó con José Manuel Villarejo, que entonces era comisario adjunto a la Dirección Adjunta Operativa de Policía, «con el fin de hostigar a la mujer y evitar que le denunciara, y de paso para que pusiera a su disposición particular los medios policiales necesarios para desacreditar las denuncias».
«Las cloacas del Estado»
Entre setiembre y diciembre de 2013 la víctima comenzó a recibir llamadas telefónicas y mensajes amenazantes de López Madrid «diciéndole, entre otras cosas, que había contratado a un comisario al que describió como ‘las cloacas del Estado’ para que le ayudara a solucionar su resistencia, que era experto en generar coartadas falsas y en poner en su sitio a ‘chulas’ como ella».
Estas llamadas en principio eran anónimas con voz de mujer distorsionada a su número personal de móvil y al fijo de su domicilio familiar, en las que le decían: «Puta no te acerques a Francisco Javier López Madrid, me vale madres llevarte por delante».
El 10 de diciembre de 2013 ambos acusados se reunieron en la oficinas de Cenyt –empresa vinculada a Villarejo– en la torre Picasso de Madrid y a continuación se dirigieron a la consulta de la médico. Según el fiscal, allí hostigaron de nuevo a la mujer y le advirtieron de que la estaban vigilando y de que la Policía vendría a visitarla si no cesaban las denuncias.
La Fiscalía agrega que «la víctima estaba siendo vigilada y perseguida y además alteraron gravemente su vida cotidiana y la de su familia, teniendo que contratar seguridad privada y sus hijos dejaron de ir al parque».
Hasta principios de 2015
La Fiscalía ha contabilizado entre el 20 de diciembre de 2013 y el 29 de marzo de 2014 once acciones que van desde que un desconocido se acercó a la puerta del colegio en el que estudiaba un hijo de la doctora, que tenía 10 años, para decirle «también estamos pendientes de vosotros» a llamadas telefónicas en la que se le avisaba «vamos a seguir, puta» y «te vamos a matar». Los mensajes amenazantes continuaron hasta principios de 2015.
La primera agresión se produjo el 13 de enero de 2014, cuando la mujer se encontraba en su vehículo parado en una calle, donde una persona desconocida se introdujo en la parte trasera y «esgrimiendo un cuchillo» se lo clavó en el hombro mientras decía «estás indefensa».
La segunda ocurrió el 10 de abril de 2014 cuando la mujer iba con su hijo menor de edad en su vehículo y tras bajar de su coche fue abordada en la calle de Triana de Madrid por Villarejo, quien le propinó un corte en el abdomen por encima de la blusa con un instrumento cortante mientras profería la expresión «López Madrid quiere que cierres la boca».
La mujer denunció su situación de hostigamiento hasta en quince ocasiones entre el 21 de diciembre de 2013 y el 11 de abril de 2014.