Greenpeace ha criticado este lunes el uso de demandas como «mordaza» por parte de Valle de Odeita, propietaria de la macrogranja de Caparroso, para intentar acallar las protestas sociales. La existencia de esas denuncias ya ha sido conocida estas últimas semanas.

Se trata, precisa en un comunicado Greenpeace, de «demandas mordaza» como «forma de intimidación legal y de acoso judicial» para «asfixiar» a personas u organizaciones «a través de complejos y costosos procesos judiciales, de manera que en ocasiones se ven obligados a abandonar su labor para centrarse durante años en la defensa de un proceso que les podría arruinar».

«Lamentablemente este tipo de casos son cada vez más conocidos en todo el mundo», indica, y agrega que ahora hay 14 colectivos, la mayoría de Nafarroa pero también de Soria, los que se enfrentan «a una situación parecida por parte de la empresa Valle de Odieta y HTN».

«Llevamos tiempo denunciando la situación de contaminación de las aguas y suelos de Navarra en los pueblos de Villafranca, Caparroso, Marcilla y Milagro por la actividad de la macrovaquería de Caparroso, perteneciente a Valle de Odieta», dice Greenpeace, y agrega que «ante las protestas y actos de información» realizados la empresa achaca «haber afectado su buen nombre» y les ha citado «a un acto de conciliación en el juzgado de Pamplona el 30 de marzo».

Subraya que son conscientes de que, «como en el resto de demandas mordaza, la intención de la empresa no es otra que amedrentarnos, para que dejemos de ejercer nuestro derecho a reclamar un medio ambiente sano y una buena calidad de agua», por lo que si decide seguir adelante con la demanda necesitarán ayuda para hacer frente a unos costes «muy elevados», y de momento convocan una concentración para el sábado 26 ante el Monumento a los Fueros a las 12:30 horas.