NAIZ

Condenado a tres años y 10 meses de cárcel por maltratar a su pareja durante 7 años

Un juzgado de Iruñea ha condenado a tres años y diez meses de cárcel a un hombre por haber amenazado y maltratado a su pareja durante siete años.

Concentración contra la violencia machista en Iruñea, en una imagen de archivo. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Concentración contra la violencia machista en Iruñea, en una imagen de archivo. (Idoia ZABALETA/FOKU)

La titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Iruñea ha condenado a un vecino de la capital navarra a un total de 3 años y 10 meses de prisión por haber amenazado y maltratado durante siete años, «prácticamente a diario», a su pareja.

El hombre, que deberá indemnizar a la víctima con 4.000 euros por las lesiones y el daño moral causado, no podrá acercarse a menos de 300 metros ni comunicarse con ella durante ocho años. Además, la magistrada le ha quitado la patria potestad sobre sus dos hijos durante 3 años, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN) en una nota.

Según considera probado la sentencia, que puede ser recurrida ante la Audiencia de Nafarroa, el encausado y la víctima mantuvieron una relación sentimental, interrumpida durante breves periodos de tiempo, desde 2012 hasta agosto de 2019. Fruto de esa relación nacieron dos hijos en noviembre de 2012 y agosto de 2019.

Al poco tiempo de quedarse embarazada del primero, la pareja se fue a vivir a la casa de una hermana de él, en donde este comenzó a insultarla y amenazarla con «acabar» con ella.

Las amenazas e insultos se producían cada vez que discutían, «con una frecuencia casi diaria debido al carácter celoso y desconfiado del acusado, que provocaba un fuerte control sobre la vida de la víctima, tanto en su forma de vestir como en su vida social», según recoge la resolución judicial.

Poco a poco la violencia se intensificó y pasó a ser de índole física, «con empujones, cabezazos y bofetadas», tal y como describe la sentencia, en la que se relatan de forma pormenorizada diversos actos violentos llevados a cabo en diferentes días durante esos años.

Debido a este maltrato habitual, la mujer padece trastorno ansioso depresivo y síntomas propios de estrés postraumático, que le provocan un estado de alarma y, entre otras consecuencias, trastornos de sueño y apetito, inestabilidad emocional, profunda tristeza, indefensión e impotencia, que afectan de forma sustancial a su calidad de vida diaria.