Entre gritos de ‘Frantses Estatua hiltzailea’, cientos de personas han completado este sábado el camino desde San Andrés (plaza Paul-Bert) hasta la Suprefectura en una marcha organizada por EH Bai. ‘Agur eta ohore Yvan, konponbiderako garaia da’ (es tiempo para la solución), decía la pancarta que abría la movilización.
Según han resaltado, «en Corsica, como en Euskal Herria, se necesita un proceso democrático para debatir y construir un futuro entre todas y todos, y la llave es la resolución democrática. En Corsica, como en Euskal Herria, el Estado francés debe respetar y llevar a cabo los acuerdos y reivindicaciones construidas durante años. Para ello, la llave son los amplios consensos y la movilización popular».
La cita era a las 15.00. Al comienzo de la manifestación han rendido un homenaje al preso político corso Yvan Colonna, que murió el pasado lunes, tres semanas después de ser agredido brutalmente por otro recluso en la prisión de Arles. Carghjese, localidad de poco más de 1.300 habitantes, situada en el sur de la isla de Corsica, recibió el viernes la visita de miles de ciudadanos que quisieron acompañar a la familia de Colonna en el sepelio del militante independentista de 61 años. Son días de duelo en la isla mediterránea y el acto de la capital labortana ha servido para compartir ese sentimiento.
En la nota que han leído al final de la marcha, ante la Suprefectura, han pedido «verdad y justicia» y han denunciado que la muerte de Colonna ha sido consecuencia del «desprecio, la ceguera y la negación del Estado francés».
«Otra víctima más de las leyes y medidas antiterroristas. Otra muerte que se podía haber evitado. Basta ya de jugar con la vida de las presas y presos políticos corsos y vascos. Las queremos vivas y libres en casa, ahora», han subrayado. Y han recordado, en especial, a Jakes Esnal y a Ion y Unai Parot.
Trabajar la relación de fuerzas
Han explicado que lo sucedido a Yvan Colonna les preocupa porque «se confirma que los presos políticos son considerados monedas de cambio. El Estado francés ha realizado cambios de última hora (la retirada del estatus DPS, permitiendo el acercamiento) a cambio de la vida de un preso. Es inaceptable y doloroso».
Además, «deja la vida y el futuro de nuestros presos en manos de una fiscalía y una administración penitenciaria que quieren a Euskal Herria y Corsica encadenados en el pasado y en el conflicto político».
Han afirmado que no se rendirán y que permanecerán al lado de las presas, exiliadas y sus familiares y amigos: «Seguiremos construyendo la relación de fuerzas necesaria con la mayoría política y la sociedad civil para obligar a París a tomar decisiones políticas».
Cuatro aprendizajes
La gestión realizada de la tragedia de Colonna por parte del Gobierno francés ha dejado a EH Bai cuatro lecciones, que ha compartido en la manifestación. Son los siguientes: «Si tiene voluntad, el Gobierno francés puede tomar decisiones clave en las causas de Corsica y Euskal Herria. Debe situar el proceso de liberación de los presos dentro de la causa política y, mediante el diálogo, llevar hasta el final la solución democrática».
En segundo lugar, «mientras no se solucionen los conflictos políticos desde la raíz, se transmiten generación a generación. Está claro dónde está la base del conflicto: es la falta de reconocimiento de los pueblos».
El tercer punto hace referencia a la «negación y desprecio» mostrado por el Estado francés a Corsica durante largos años. «Ahora, de repente, ante la presión de la calle, en el contexto electoral, ha dado muestras de querer dialogar».
Junto a ello, EH Bai ha destacado «la fuerza de la respuesta como pueblo, como se ha hecho primero ante el brutal ataque a Colonna y luego ante su muerte».