Los trabajadores de un almacén de Amazon en Staten Island, en el estado de Nueva York, han votado este viernes a favor de formar el que será el primer sindicato estadounidense en la historia de la empresa desde su creación hace 27 años.
De las 4.785 papeletas contadas, 2.654 han avalado la creación de el Sindicato de Trabajadores de Amazon (ALU, por sus siglas en inglés), formado de forma independiente por antiguos y actuales empleados de la compañía, el segundo empleador de todo Estados Unidos.
«Es oficial. El ALU es el primer sindicato de Amazon en la historia de Estados Unidos. ¡Poder para el pueblo», ha celebrado el ALU en redes sociales, donde ha sido felicitado por algunos miembros de la clase política estadounidense, como el propio presidente, Joe Biden, que se ha mostrado «feliz», o los congresistas demócratas Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders.
«La victoria sindical en Amazon en Staten Island es una señal de que los trabajadores estadounidenses ya no aceptan más la explotación. Están cansados de trabajar más horas por salarios más bajos. Quieren una economía que funcione para todos, no solo para Jeff Bezos», ha celebrado Sanders.
Se trata de una victoria histórica para los derechos laborales de Estados Unidos, en un momento en el que el 68 por ciento de la población aprueba los sindicatos –el porcentaje más alto desde 1965–, según una encuesta de Gallup de la que se ha hecho eco la cadena NBC.
El triunfo también es resultado de la iniciativa liderada por Christian Smalls, un trabajador despedido en 2020 por ayudar a organizar una huelga en protesta por las deficientes protocolos de seguridad por el coronavirus fijados por la empresa.
En los últimos años, Amazon ha estado dedicando esfuerzos por frustrar los intentos de asociación de sus empleados, inundando sus puestos de trabajo con mensajes en contra de los sindicatos, como han denunciado trabajadores y algunas organizaciones.
La noticia ha llegado poco después de que los trabajadores de un almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, decidieran por segunda vez no unirse en un sindicato, aunque varias de las papeletas han sido impugnadas por lo que todavía está lejos de quedar dirimido el litigio. Esta nueva votación ha tenido lugar tras las denuncias de la compañía interfirió ilegalmente en la primera votación.