En una comparecencia en las Juntas Generales de Gipuzkoa, los portavoces del comité de Onkologikoa y de la plataforma Osasun Bidasoa han denunciado los «pésimos» datos de incidencia del cáncer en el herrialde y mostrado su preocupación por el devenir de estos dos centros sanitarios.

En el caso de Onkologikoa, el comité ha denunciado el «desmantelamiento» de uno de los pocos centros monográficos de cáncer que hay en el Estado, que apenas cuenta ahora con una veintena de camas para el tratamiento oncológico y en el que hay cirujanos digestivos dedicados fundamentalmente a hacer «colonoscopias».

El comité ha cuestionado también «si es el Departamento de Salud el que lidera el mal llamado proceso de vinculación o si son operadores sanitarios con diversos intereses los que se encargan de desvirtuar con su irresponsabilidad lo que ha sido el espíritu y el estilo de trabajo de Onkologikoa».

El comité ha señalado que, según los últimos datos del Centro estatal de Epidemiología, Gipuzkoa supera la mortalidad media estatal en 18 de los 25 tipos de cánceres más frecuentes en hombres y en 16 de los 25 más habituales en mujeres.

Ante estos datos, se ha preguntado «si algo se está haciendo mal» en este proceso de vinculación que, a su juicio, es más una «absorción» de Onkologikoa en Osakidetza.

El comité ha pedido que se garantice la manera de funcionar que ha caracterizado siempre a este centro y el futuro laboral de sus trabajadores con su integración como personal laboral de Osakidetza.

Los representantes de los trabajadores han comentado que una «prueba» de la «poca actividad oncológica» que desarrolla el centro es que el Departamento de Salud ha decidido que albergue en sus instalaciones la actividad quirúrgica del Hospital del Bidasoa mientras duren las obras de rehabilitación.

Osasun Bidasoa

Por su parte, los portavoces de la plataforma Osasun Bidasoa también se han mostrado muy críticos con el actual proyecto de reforma del bloque quirúrgico del hospital ya que, a su juicio, «tanto la calidad asistencial como la seguridad del paciente se van a ver seriamente perjudicadas».

Esther Marquinez, responsable de anestesia en el centro hospitalario, ha denunciado el «absoluto silencio administrativo» que existe en torno al proyecto y ha lamentado que la «vía de diálogo sea totalmente inexistente».

Marquinez ha asegurado que la reforma del hospital resulta «imprescindible», pero ha opinado que el proyecto aprobado es «obsoleto y caduco».

Ha rechazado asimismo el planteamiento para abordar los trabajos, con el cierre de los quirófanos, y ha pedido que se estudien otras posibilidades como, por ejemplo, la construcción de un inmueble anexo con la posterior unión al edificio principal con una pasarela.

«En ningún momento se nos presentan alternativas», a pesar de que Onkologikoa no dispone, a su juicio, de espacios y medios suficientes. ya que, por ejemplo, no se podrán hacer las mismas operaciones por jornada y parte del material seguirá en el Bidasoa y se trasladará diariamente según las necesidades.

Ha denunciado que la solución que les plantean es que una persona que necesite más de cuatro días de hospitalización sea trasladada después al hospital irundarra lo que, en su opinión, puede «vulnerar la seguridad de algunos pacientes».

Esther Marquinez ha dicho que desconocen si el próximo mes de mayo arrancarán las obras que, según sus datos, tenían un presupuesto de 9 millones, más 3 para equipamiento, aunque han sido finalmente licitadas por 4,5 millones de euros.