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Bruselas

Greenpeace pide investigar los 3.000 millones extra obtenidos por petroleras en la UE

Greenpeace ha cifrado en 3.000 millones de euros los ingresos «extra» obtenidos por las petroleras en la Unión Europea con los altos precios alcanzados por el gasoil y la gasolina tras la invasión rusa de Ucrania, y ha pedido a Bruselas que investigue posibles pactos de precios.

Una estación de servicio de la compañía anglo-neerlandesa Shell.
Una estación de servicio de la compañía anglo-neerlandesa Shell. (Ben STANSALL | AFP)

Un informe difundido este jueves por la organización ecologista Greenpeace, que ha sido elaborado por el instituto de investigación Energy Comment, analiza los márgenes a lo largo de toda la cadena de suministro y concluye que las petroleras han ingresado unos 3.000 millones de euros extra con la venta de carburantes en la UE desde el comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia a finales de febrero.

Extrapolando esa cifra a todo el mes de marzo, las petroleras han calculado una media de 107 millones de euros cada día en ingresos adicionales; 94 millones por la venta de gasóleo y 13 millones por la de gasolina.

Por Estados, en Alemania ingresan diariamente 32,2 millones; en el Estado francés, 13,3 millones; en Italia, 12,5 millones; en el Estado español, 7,6 millones; en Países Bajos, 4,3 millones; en Austria, 4,3 millones; y en Bélgica, 2,2 millones.

Requeridas por Efe, las dos principales petroleras que operan en el Estado español, Repsol y Cepsa, han rehusado valorar el informe publicado por la organización ecologista. Ambas compañías no operan con Rusia directamente y en sus estaciones de servicio aplican bonificaciones superiores a los 20 céntimos (de los que 5 céntimos van a cargo de las empresas) fijados por el Gobierno español para compensar la escala de precios.

Ingresos adicionales y beneficios

El informe de Greenpeace detalla que existe una fuerte correlación entre ingresos adicionales y beneficios antes de impuestos, ya que los costes han permanecido en niveles más o menos similares.

Además, en su opinión, el aumento de costes en las refinerías, impulsado por los precios disparados del gas, debería compensarse con otras tendencias favorables, como los actuales descuentos al barril de los Urales, principal importación de crudo en la UE, o la situación favorable para las petroleras que también comercializan gas.

El estudio se basa en la cotización media del barril de Brent entre enero y marzo y los precios en gasolineras recogidos por el Boletín Petrolero de la Unión Europea entre el 7 y el 28 de marzo de 2022.

«Mientras millones de europeos luchan con costos de combustible y energía altísimos, la industria petrolera está elevando los precios para obtener ganancias récord gracias a la guerra y la crisis energética en curso», ha indicado la responsable de Greenpeace en materia de clima y transporte, Klara Maria Schenk.

Impuestos para ayudar a los hogares

La ONG ha recordado que la Comisión Europea permite establecer impuestos temporales a los beneficios «extraordinarios» de las energéticas, «una posibilidad de la que se están librando las petroleras, pues los pocos Estados miembros que han aplicado esta medida (entre ellos España) se han centrado únicamente en los beneficios del gas y la electricidad».

«Llamamos a los gobiernos europeos a que detengan esta desvergonzada especulación con el sufrimiento de Ucrania e impongan impuestos sobre estas ganancias inmorales. Los ingresos de estos impuestos deben usarse para ayudar a los hogares con recursos limitados a satisfacer sus necesidades y acelerar la transición de nuestro sector del transporte», ha manifestado la portavoz ecologista.

Según la misma fuente, tras los precios récord de los combustibles registrados en marzo, países como Alemania o Austria han iniciado sendas investigaciones para detectar posibles acuerdos de fijación de precios o cárteles entre las petroleras.

Greenpeace ha pedido a Bruselas que también dirija sus investigaciones hacia los desproporcionados aumentos del precio del diésel y la gasolina a lo largo y ancho de la Unión «para asegurar que no se deben a un pacto de fijación de precios entre compañías».