Importante jornada en Laudio en el viernes que precede a la Semana Santa (Dolumin Barikua). Después de dos años en blanco debido a la pandemia, la feria parecía volver a la ‘normalidad’ en su 131ª edición. Pero no ha sido así, ya que la asociación de ganaderos Aberedunak ha dejado vacío el importante espacio que ocupa en este mercado tradicional.

Lo ha hecho «en solidaridad y en protesta con el cierre del matadero», uno de los problemas que han colaborado a crear una «situación crítica» en Aiaraldea, como han señalado desde LAB.

Esta solidaridad es de ida y vuelta, como ha quedado demostrado en la manifestación en la que han participado cientos de personas y en la que se ha señalado que «no se puede dejar tirado al sector primario, ni a ningún otro sector», coreando «Baserriak bizirik! Herriak bizirik! SOS Aiaraldea!».

Esta dinámica viene de atrás y abarca a otros sectores, al conjunto del tejido social de esta comarca alavesa. «Crisis, precariedad, pobreza, deslocalización, despidos, privatización, desmantelamiento, accidentes laborales... son situaciones que tristemente parecen haberse normalizado en Aiaraldea», se recogía en el comunicado elaborado con motivo de esta movilización.

«Fuerza solidaria» frente a la «doctrina del shock»

Una situación que se explica a través de «la doctrina del shock»: «Nos hablan de la guerra, del desabastecimiento, de la pandemia, nos machacan con ello en todos los medios de comunicación y, de mientras, nos despiden en Valvospain, Tubacex y otras muchas empresas, nos precarizan en el Metal de Araba, en Artiach, en Madres Mercedarias, en residencias, en Osakidetza, en supermercados y en comercio y hosteleria, nos cierran el matadero de Laudio, nos suben por las nubes el precio de la luz, combustible y materias primas, nos van desmantelando el sistema público de cuidados, de salud, de pensiones y educación...».

Una radiografía que no da lugar al pesimismo, sino que se utiliza para «enviar ánimos y mucha fuerza solidaria obrera a todos los sectores que están en lucha en estos momentos». Y aquí el listado  es igual de amplio: Osakidetza, limpieza, el Metal, las residencias, Apdema, Educación...  Y, esta ocasión, se ha hecho especial mención a la plantilla de Artiach, que lleva 138 días de huelga, y a las trabajadoras de la residencia de Madres Mercedarias de Ibarra.

«Tenemos que seguir tejiendo redes entre diferentes sectores de la clase trabajadora como lo estamos haciendo hoy, tenemos que seguir apostando por el consumo local y sostenible, por que sí es posible», han añadido.

Han recordado también «los puntos de emergencia consensuados por una amplia mayoria social» sobre los que actuar, subrayando que «en este momento en el que vienen nubarrones por el horizonte es más importante que nunca reivindicar y avanzar hacia su consecución». «Esta crisis marcará el rumbo de aquí a unas décadas y, depende de cómo le hagamos frente, la salida será de más precarización o más derechos», han advertido.

Y han hecho un llamamiento a «parar la rueda que gira y gira», y que está llevando a «cierres y precarización de hostelería y comercio, a ir apagando la llama de nuestros pueblos, a relacionarnos menos con nuestras vecinas, a más paro juvenil, a un futuro incierto de la industria, y a que 8 de cada 10 baserritarras trabajen por debajo del Salario Minimo Interprofesional con jornadas de 52 horas semanales».

«¿Cuántas veces hemos creído en lo imposible y lo hemos conseguido?». Una pregunta que abre esperanzas para rematar el comunicado.