Fue uno de los escapados ayer, a pesar del resfriado que no le ha dejado dar su mejor nivel en las primera etapas de una Itzulia especial para él.

Al final ha llegado el fichaje por Movistar que dos años antes se frustró por la ruptura de relaciones entre Eusebio Unzue y su representante Giuseppe Acquadro.

He conseguido lo que quería en cada momento. Soy afortunado en eso, pero al final sí que entre managers llegaron a un acuerdo y he acabado en el equipo de casa y estoy muy contento. Nunca me quejo, soy un tío afortunado. Tengo suerte en la vida. Hay gente que llora mucho, pero yo me doy cuenta de que mi vida la quisiera tener mucha gente y digo que esto hay que disfrutarlo.

Por eso no se desanimó al no pasar del Lizarte al Movistar cuando otros subían directos y ha llegado por rutas secundarias en Murias (2016-19), Astana (20-21)...

Siempre Eusebio me ha tenido en el rádar, aunque el paso por Murias y Astana ha sido enrevesado para llegar hasta aquí. Si me hubiera quedado estancado no habría podido seguir en el World Tour y por eso estoy encantado de estar otros dos años en la máxima categoría y espero seguir unos cuantos más.

¿Cómo ha empezado la temporada, con un buen Tour del UAE, octavo hasta la última etapa?

Íbamos Verona y yo bien en la general y en las primeras rampas del último final en alto hacía un calor terrible, la bicicleta se paró. Fue un golpe de calor, porque comer comí bien. Quitando ese día, estaba fresco, la crono me salió perfecta y el primer final en alto era tendido, se subía a toda leche y a rueda se iba bien. La pena fue que fallé en el último día. Después preparé este mes en Sierra Nevada.

¿Qué supone correr la Itzulia?

Es una semana preciosa para mí, además con una etapa cerquita de mi casa, la de Viana. Siempre es una carrera muy bonita, son etapas que transcurren por carreteras por las que corríamos como amateur muchísimo por donde pasamos este año, y la afición es espectacular.

¿Qué tal las primeras etapas?

La crono fue bonita, revirada, y el equipo estuvo bastante bien, en la etapa de Leitza a Viana no hubo ninguna incidencia y la de Amurrio fue dura, pero menos que si hubiera llovido. Libramos bien el día sin caída y Enric estuvo fenomenal a la altura de lo que es, un gran líder. Yo quería demostrar mi nivel y ganarme la plaza para las próximas carreras. No me estoy encontrando muy bien. Estoy un poco resfriado, pero he conseguido entrar en la escapada y a ver cómo responde el cuerpo en los próximos días, donde espero sorpresas e incertidumbre. Se vio en Amurrio que los más fuertes van adelante con facilidad. Intentaremos disputar la general con Enric, que está muy bien. Irá a por todas y le ayudaremos.

¿Que destacaría de Enric Mas y Valverde de coincidir en carreras a tenerlos como compañeros?

Con Enric no había coincidido nada hasta Indurain. En la concentración estaba en otro grupo y no hacíamos vida juntos. Con Alejandro sí estuve en el mismo grupo de la concentración y es una pasada cómo se cuida a nivel de las grandes estrellas. Como se cuidaban Luis León Sánchez o Lutsenko. Es lo que tienen los grandes campeones, destacan por cómo se cuidan..

¿Qué calendario tiene previsto después de tantos cambios?

En mi caso no me han tocado nada, pero el calendario lo sabremos día a día. Después de la Itzulia están el Tour de Alpes y la Vuelta a Asturias, pero no sé que haré. Los líderes lo saben y nosotros según rindamos. Dependiendo de nosotros, haremos un calendario u otro.

¿Le atrae alguna grande?

Me gustaría correr la Vuelta, que es una carrera que me gusta mucho como el Indurain. Son las que me hacen más ilusión. Las demás me da un poco igual mientras el calendario sea bueno y pueda demostrar mi nivel. Con eso tengo suficiente.

En la Vuelta logro su única victoria como profesional en 2018. Tras muchos puestos en el Top 10, ¿se marca el objetivo de volver a levantar los brazos?

Es lo que más ilusión me haría como ciclista profesional. Ganar se gana muy poquito y cuando se logra una victoria o se hace una buena carrera es lo máximo. Es por lo que se entrena uno, pero viendo cómo están los eslovenos y algunos más ganar es casi misión imposible. Solo para los elegidos, para los tocados con la varita mágica.