Preocupación en Burlata por los documentos del Archivo que se inundó en diciembre
En la riada del Arga de diciembre se inundó el Archivo de Burlata, en el que había documentos que se remontan hasta el siglo XVI. Se ha procedido al rescate de los papeles, que estuvieron sumergidos dos semanas, pero vecinos de Burlata muestran su preocupación ante la recuperación de los mismos.
La riada del Arga del pasado mes de diciembre afectó al Archivo Histórico de Burlata, ubicada en el segundo sótano del Ayuntamiento de esta localidad de Iruñerria. Se generaron daños importantes en documentos que se remontan hasta el siglo XVI. Los papeles estuvieron sumergidos bajo las aguas dos semanas, dañando los documentos, que además sufrieron el efecto del barro arrastrado por la riada y de la materia fecal de una tubería situada en las inmediaciones y que también se desbordó.
La documentación que albergaba el Archivo de Burlata recogía los hechos sucedidos en esta localidad en los últimos siglos y también los de Eguesibar, municipio al que perteneció hasta 1972. «Estamos hablando de historia de Navarra. De este archivo se podía sacar información de cómo se vivía en Burlada. Era muy pequeña en esa época, pero los canónigos de la Catedral tenían sus viñas allí. Está documentado que el obispo tenía una casa en la que estuvo en 1610», explica Pedro Romeo, uno de los integrantes de la Plataforma en Defensa del Archivo de Burlata.
En el piso -2
El archivo estaba en el Ayuntamiento viejo, en la plaza de San Juan, en un piso de la segunda planta que inicialmente se había destinado a los maestros. Hace dos años se trasladó al edificio del nuevo Ayuntamiento, en la plaza de las Eras, en unas dependencias ubicadas en el segundo piso bajo el nivel del suelo. Además de encontrarse en una zona potencialmente inundable y la presencia de una tubería de aguas fecales, el recinto se ha ubicado debajo de una antigua fuente pública, llamada La Bomba, de la que se abastecía buena parte de Burlata.
Según la información que la Consejería de Cultura del Gobierno navarro ha hecho llegar a la plataforma, la documentación estuvo sumergida en aguas con barro dos semanas. La plataforma se ha reunido con el Ayuntamiento de Burlata, con el Defensor del Pueblo y con el director general de Archivos y Patrimonio, Joaquim Llamsó, además de con la Consejería de Cultura, con el objetivo de proteger el archivo de Burlata.
De estas reuniones, han podido saber que, mediante un contrato que el Gobierno navarro tiene con Pedro Barbáchano, considerado como uno de los mejores restauradores de documentos del Estado español, se procedió a una intervención de urgencia para rescatar los documentos anegados del Archivo de Burlata. Se sacaron del agua unas 3.000 cajas de archivo. «No se salvó todo, según nos ha llegado. Se sacó lo que estaba clasificado, pero no el resto», explica Romeo.
Documentos congelados
A la documentación rescatada se le agregó papel para quitar humedad. Posteriormente, se conservó al vacío y se congeló. En estos momentos, cuatro meses después, los papeles están en esa fase de congelación que tiene como objetivo frenar la aparición de hongos debido a la humedad. Este procedimiento suele ser habitual en este tipo de casos.
Una de las inquietudes de la plataforma es el tiempo que estos documentos pueden estar congelados son sufrir daños añadidos. Barbáchano les ha comunicado que este plazo puede extenderse hasta cinco años, pero otros restauradores les han comunicado que el periodo máximo no debería exceder del año y medio. Por tanto, consideran que se deba actuar con premura.
Además de la labor del salvamento de los documentos, a Barbáchano se le encargó la elaboración de un informe relativo a la situación en la que se encuentra el Archivo de Burlata. En la plataforma existe preocupación porque desde el Ayuntamiento se les ha avanzado que se procederá a un plan de recuperación que se basará en una segunda parte del informe que redactará Barbáchano.
Romeo señala que, al margen del prestigio profesional de Barbáchano, a la hora de acometer la recuperación de los documentos congelados se debería tener en cuenta a otros restauradores y empresas del ramo, incluidas las navarras. «¿Por qué no se ha procedido a un concurso para la licitación?», pregunta.
Reclaman transparencia
En la respuesta de la alcaldesa de Burlata, Ana Góngora, al Defensor del Pueblo se llega a señalar que el Ayuntamiento actuará en función de lo que manifieste Barbáchano en su informe. «Es decir, se va a convocar un concurso para la recuperación según las bases que fije Barbáchano, que tiene su empresa y va a poder presentarse. Solo falta que presida el tribunal», se queja Romeo.
Desde la plataforma consideran que el Ayuntamiento de Burlata está actuando de una manera opaca y sin respuestas convincentes y reclaman más transparencia. «El objetivo principal es que se recupere lo mejor y lo más posible. Barbáchano tendrá su metodología, pero hay otras y más avanzadas. Hay gente que pone en solfa lo que él dice», señalan para reclamar un concurso transparente.