Pekín ha extendido este jueves a otras dos zonas los cierres parciales que ya afectaban a tres áreas del poblado distrito de Chaoyang y suspendió las clases en todas las escuelas de esa área -con más de tres millones de residentes- al detectarse cadenas de transmisión en centros educativos.
Unos 20 millones de los 23 millones de vecinos de la urbe deben completar en esta semana tres rondas de PCR con los que las autoridades esperan detectar y sacar de circulación a todos los positivos y a sus contactos cercanos con el fin de evitar la transmisión comunitaria del virus.
Por contra, el miedo al desabastecimiento se ha calmado respecto a días anteriores, en que los pequineses se lanzaron en masa a comprar alimentos y productos esenciales en las tiendas. La oferta de productos frescos y comida permanece por el momento estable en la ciudad, cuyas autoridades han insistido en que los suministros están garantizados y han pedido a la población que evite las compras masivas impulsadas por el pánico.
142 casos
Desde el pasado 22 de abril, se han registrado 142 casos repartidos en 10 distritos de la capital, 80 de ellos en el de Chaoyang. Es allí donde se concentran las zonas de «control temporal», como denominan las autoridades a los cierres perimetrales, en los que los residentes pueden salir de sus casas pero no del área en cuarentena, donde funcionan los servicios y comercios esenciales pero han cerrado restaurantes, cafeterías, cines, bibliotecas y gimnasios, entre otros espacios públicos.
Mientras tanto, en Shangai, embarcada en un estricto confinamiento desde el 1 de abril -en algunas zonas, incluso desde principios o mediados de marzo-, las últimas rondas de pruebas masivas generaron cierto optimismo, ya que el número de nuevos contagios cayó por quinto día consecutivo y se situó en su cota más baja de las últimas 24 jornadas.
Desde el 1 de marzo, la ciudad, de unos 25 millones de personas, acumula unos 544.000 contagios, con unos 10.600 detectados este miércoles.
Reabre, pero poco
Según el diario hongkonés South China Morning Post, las autoridades shanghainesas están preparando guías para la reapertura del transporte público o de los comercios mientras tratan de reactivar la campaña de vacunación, suspendida estas semanas, para la población más mayor.
De los 5,8 millones de personas de más de 60 años que viven en la ciudad, casi un 38% todavía no han sido inoculadas o, al menos, no con la pauta completa.
Ante la aparente tendencia a la baja de los contagios, Shanghai trata de recobrar cierta normalidad desde un punto de vista económico, con el Gobierno local preparando una segunda lista de empresas a las que se les permite retomar al menos parte de su producción, según explicó hoy en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
La lista inicial, publicada el pasado 15, contenía 666 compañías de sectores como semiconductores, automoción, manufactura de equipamiento o farmacéutica.
Según Gao, 247 de ellas -es decir, un 37% del total- son extranjeras, y entre ellas destacó a algunas «clave» como Volkswagen o Tesla. En esta última, unos 8.000 de sus 15.000 trabajadores ya habrían regresado a sus puestos de trabajo.