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Detenido en Bilbo por falsificar recetas para revender los medicamentos

La Ertzaintza ha detenido en la capital vizcaina a un joven, de 18 años de edad, e investiga a otros cuatro, por falsificar recetas para comprar medicamentos que luego revendía como drogas recreativas.

Imagen de archivo de una farmacia.
Imagen de archivo de una farmacia. (Gabriel Codarcea | Getty Images)

La Ertzaintza ha detenido en Bilbo a un varón, de 18 años, como presunto autor de un delito de falsificación documental y tráfico de drogas. Además, se le imputa un presunto delito de usurpación de estado civil, ya que hacía uso de carnets de identidad de terceros para la compra de medicamentos en farmacias que eran posteriormente vendidos de manera ilícita entre jóvenes que los consumían como estupefacientes con fines lúdicos.

La investigación dio comienzo a primeros del mes de marzo, cuando la Ertzaintza fue alertada de este posible negocio ilícito.

Los agentes comprobaron que, desde la comunidad farmacéutica, ya se tenían sospechas de la distribución de una remesa de recetas que podrían haber sido falsificadas. Todas ellas estaban prescritas por médicos colegiados que ejercen fuera de la CAV.

Además, uno de estos médicos había sido alertado meses antes por Nafarroa y había interpuesto la denuncia como víctima de un delito de usurpación de identidad.

Tras las primeras investigaciones se pudo relacionar a una persona con la trama investigada y se le arrestó el pasado jueves, 5 de mayo, por sendos delitos de tráfico de drogas, falsificación de documento privado y usurpación de estado civil.

La Ertzaintza registró su domicilio de éste, donde se localizaron múltiples recetas falsificadas, todas a nombre de médicos residentes fuera de la comunidad.

Tras ser trasladado a dependencias policiales para la realización de las correspondientes diligencias, el presunto autor de los hechos, un joven de 18 años de edad, fue puesto a disposición judicial esa misma tarde.

La investigación sigue abierta

El detenido, que ya contaba con antecedentes policiales relacionados con los mismos hechos en Cantabria, se encargaba de hacerse con modelos de recetas cuyo contenido modificaba, tomando datos reales de los médicos colegiados anteriormente citados.

Los fármacos que prescribía de manera ilícita suelen ser usados para tratar patologías psiquiátricas o son medicamentos que pueden generar dependencia, tales como ansiolíticos, opiáceos, etc.

Una vez falsificadas las recetas, éstas eran vendidas a terceros particulares (jóvenes de alrededor de 20 años de edad en su mayoría), los cuales compraban los medicamentos en las farmacias, o bien el propio detenido adquiría los fármacos y los revendía, generalmente, para ser usados como drogas recreativas.

La investigación sigue abierta y la Ertzaintza investiga a otros cuatro jóvenes, de entre 18 y 23 años de edad, por su implicación en estos hechos como posibles autores de sendos delitos de falsificación de documento privado.