Las fuerzas israelíes han matado a primera hora de la mañana de este miércoles a la periodista de la cadena Al Jazeera Shireen abu Akleh, por un disparo en la cabeza en la localidad cisjordana de Jenín, según ha informado la agencia de noticias Wafa.
Abu Akleh, palestina de 51 años, se encontraba cubriendo los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes, que han disparado balas contra los jóvenes y los equipos de prensa que se encontraban en la zona, según ha recogido la agencia de noticias Maan.
Distintos vídeos muestran a la periodista con chaleco antibalas y con un casco con la palabra «prensa». El periodista Ali Asmoadi, que ha recibido un disparo en la espalda, ha manifestado que tanto él como otro periodista, y también la reportera fallecida, vestían sus chalecos identificativos.
El portal Palestine Online ha difundido una imagen de la periodista poco antes de que fuera mortalmente tiroteada.
The last photo of Palestinian journalist Shireen Abu Aqleh, taken for her only a few minutes before she was shot dead by Israeli gunfire in Jenin. #ShireenAbuAqleh pic.twitter.com/IRhD38B2qz
— PALESTINE ONLINE (@OnlinePalEng) May 11, 2022
«Asesinato a sangre fría»
«Como se pueden imaginar, esto es un shock para los periodistas que han estado trabajando con ella», ha señalado Nida Ibrahim, una compañera suya, corresponsal en Cisjordania de la misma cadena, según ha informado Al Jazeera.
La cadena catarí ha acusado a Israel de haber «asesinado a sangre fría» a una de sus periodistas. «En un trágico asesinato premeditado que viola las leyes y normas internacionales, las fuerzas de ocupación israelíes, a sangre fría, mataron a nuestra reportera, Shireen Abu Akleh», ha apuntado.
En declaraciones al portal Quds News Network, la periodista Shatha Hanaysha, quien acompañaba a Shereen Abu Aqleh, ha denunciado que «los francotiradores israelíes no pararon de disparar pese a que Shereen estaba tendida en el suelo».
«Nadie podía llegar a ella. Incluso el vehículo privado que la llevó al hospital, casi no pudo aproximarse a ella por los continuos disparos isarelíes. Un chico joven saltó el muro y me sacó de allí, luego sacó a Shereen. Esto demuestra que los periodistas somos objetivo. Estábamos un grupo de periodistas. Llevábamos puesto nuestro chaleco identificativo de prensa. Shereen lleva un casco en el que se leía ‘prensa’, esto significa que quien le disparó lo hizo a una zona descubierta de su cuerpo. Lo que ha ocurrido es un asesinato de todos nosotros. Si mi compañero Mujahed y yo hubiéramos tratado de llegar a ella, nos hubieran disparado directamente. La gente nos estaba avisando de que francotiradores israelíes estaban cerca de nosotros. Estábamos justo enfrente del edificio donde estaban los francotiradores, los estábamos viendo. Estábamos en un área en la que los soldados nos podían identificar claramente como periodistas. Estábamos en grupo y como tal intentamos avanzar. Los tiros comenzaron cuando llegamos a una zona de la que no podíamos retroceder».
"We were wearing flak jackets clearly marked as press."
— Quds News Network (@QudsNen) May 11, 2022
Journalist Shatha Hanaysha bears witness on the cold-blooded murder of Al Jazeera's Shereen Abu Aqleh by Israeli snipers in Jenin, north of the occupied West Bank, this morning. pic.twitter.com/xOKstE1vTW
Respuesta de Israel: «Disparos armados palestinos»
Por su parte, el Ejército israelí ha señalado que las fuerzas de seguridad entraron en un campamento de refugiados Jenín y en la ciudad cercana de Burqin para arrestar a «sospechosos de terrorismo».
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, según sus siglas en inglés) han destacado que «se está investigando la posibilidad de que los periodistas resultaran heridos, posiblemente por disparos armados palestinos», según han señalado en su perfil oficial de Twitter.
Horas después el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, ha ofrecido a las autoridades palestinas una «investigación conjunta» sobre la muerte de la periodista. «Los periodistas deben tener protección en zonas de conflicto y tenemos la responsabilidad de conocer la verdad», ha indicado en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha condenado este «crimen de ejecución por parte de las fuerzas de ocupación israelíes»
«Presidencia responsabiliza plenamente al Gobierno israelí por este crimen atroz, parte de una política diaria de la ocupación contra nuestro pueblo, su tierra y sus lugares sagrados», ha subrayado Abbas en un comunicado.
Según el mandatario palestino, el suceso de hoy es también «parte de la política de la ocupación de atacar a los periodistas para ocultar la verdad y cometer crímenes en silencio».
Las fuerzas de seguridad israelíes han intensificado en el último mes las redadas y «operaciones de contraterrorismo» en toda Cisjordania ocupada, y en particular en la zona de Jenín.
Una treintena de palestinos han muerto durante esos operativos, algunos de ellos civiles desarmados y sin vínculos con las milicias palestinas, y decenas han sido detenidos.
«Crimen atroz»
El Gobierno de Qatar ha tildado de «crimen atroz» esta «violación flagrante del derecho internacional humanitario y de la libertad de prensa».
«El Estado de Catar condena en los términos más fuertes el asesinato de la corresponsal de Al Jazeera Shireen abu Akleh por las fuerzas de ocupación israelíes, cerca del campamento de Jenín (...) y lo considera un crimen atroz, y una violación flagrante del derecho internacional humanitario, de la libertad de prensa, de expresión y del derecho de los pueblos a obtener información», ha apuntado el Ministerio de Exteriores en un extenso comunicado.
Lolwah al Jater, asistente del ministro catarí de Asuntos Exteriores, Mohamed bin Abderrahman al Zani, ha subrayado en su cuenta de Twitter que las fuerzas israelíes han matado a la periodista «disparándole en la cara mientras vestía el chaleco identificado como "Press" y un casco», y ha remarcado que «este terrorismo israelí patrocinado por el estado debe PARAR y el apoyo incondicional a Israel debe TERMINAR».
Doha ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que tome «medidas urgentes» con el fin de evitar que «las autoridades de ocupación (Israel) cometan más violaciones contra la libertad de expresión e información, y para que se tomen todas las medidas para detener la violencia contra los palestinos y los trabajadores de los medios»
Asimismo, ha destacado que «la escalada y las medidas adoptadas por las autoridades de ocupación israelíes constituyen una grave amenaza para los esfuerzos internacionales encaminados a implementar la solución de los dos Estados».
El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, ha exigido que se inicie «una investigación inmediata y transparente que conduzca al castigo de los autores de los dos crímenes contra Shireen Abu Akleh y Ali al Samudi en la ciudad ocupada de Yenin».
«Este es un crimen horrible que debe ser investigado con transparencia y sus perpetradores llevados ante la Justicia. Que Dios tenga piedad de la fallecida, quien se distinguió a lo largo de los años como periodista profesional y voz de la verdad que cubrió el sufrimiento del hermano pueblo palestino», ha añadido Safadi.
La Liga Árabe pide una investigación
La Liga Árabe ha pedido una «investigación exhaustiva» de la muerte de la corresponsal de la cadena catarí Al Jazeera.
«El Secretario General de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, ha condenado en los términos más fuertes el asesinato de la corresponsal de Al Jazeera, la periodista mártir Shireen Abu Akleh, por balas israelíes», dice el organismo panárabe en un comunicado.
Ha señalado además que lo ocurrido fue «un crimen atroz contra la prensa y libertad de prensa que no debe pasar fácilmente y requiere una investigación exhaustiva».
Abulgueit ha dicho, según una fuente oficial no identificada de la Secretaría General de la Liga Árabe, que «este crimen no sorprende porque la ocupación (Israel) ignora cualquier estándar de respeto a los derechos humanos y busca silenciar la voz palestina».
Asimismo, ha responsabilizado al «Gobierno israelí por este trágico crimen» e hizo hincapié en la «necesidad de castigar a sus pecaminosos perpetradores».