La Virtus de Bolonia fue el primer ganador de la Euroliga contemporánea, ganando a Saski Baskonia aquella mítica final a cinco partidos, con genios como Rigaudeau o Manu Ginóbili en la pista. Después de haber conocido la gloria, el conjunto boloñés conoció también la miseria y el paso por la segunda categoría a cuenta de los graves problemas económicos. Pero en la temporada 2022/23, la escuadra italiana volverá a la Euroliga después de llevarse la finalísima de la Eurocup.

Entrenado por Sergio Scariolo, la Virtus de Bolonia ideó a lo largo de la temporada un equipo de Euroliga, con el objetiuvo único de ingresar en la próxima Euroliga, por lo civil o por lo criminal. Cordinier, Belinelli, Jaiteh –MVP de la Eurocup–, Weems, Teodosic, Mannion son solo unos pocos nombres de un plantel que, después de la invasión rusa sobre Ucrania, ha tenido el añadido de Hackett y Shengelia procedentes del CSKA de Moscú de cara a las eliminatorias.

El cuadro italiano tuvo que sortear una gran eliminatoria de semifinales ante Valencia Basket, pero ante un Bursaspor turco que en el camino eliminó al Partizan de Belgrado de Zeljko Obradovic, ha puesto la final muy cara, pese a caer por 80-67. Los entrenados por el joven Alimpijevic, elegido como mejor entrenador del torneo, han tenido que remar y seguir remando a lo largo de todo el partido, ya que en el segundo cuarto se han visto con un 41-27 adverso que en realidad no han conseguido remontar, pero han metido el miedo en el cuerpo al conjunto local.

Tanto es así, que dos taponazos de Weems y 21 puntos de un Milos Teodosic que ha sido elegido MVP han tenido que aparecer de manera providencial cuando el conjunto otomano achuchaba sin nada que perder y mordiendo como los bulldogs que han demostrado ser a lo largo de todo el torneo.

Las lágrimas de Teodosic al final del partido han señalado toda la tensión que se han quitado los italianos de encima, porque la Virtus de Bolonia no podía aceptar otro resultado que no fuera ganar la Euroliga, cosa que han conseguido.