El Giro celebra este lunes la segunda jornada de descanso de esta edición tras la primera, que el pelotón aprovechó para trasladarse de Hungría a Italia después de las tres primeras etapas en tierras húngaras.
La primera semana completa ha dejado buenas sensaciones a Mikel Landa. «El Giro es un sueño, llevo varios años soñando con ganar la maglia rosa, pero siempre rivales más fuertes que yo o diversas trabas lo han impedido. Este año puede ser el definitivo para lograrlo. De momento todo va bien», ha señalado el ciclista de Murgia, en la rueda de prensa de la jornada de reposo en la costa adriática.
A pesar de las caídas que mermaron la confianza de Landa, el alavés ha mostrado un perfil optimista, aunque admite que todavía queda mucho Giro.
«Sí, el Giro se puede ganar, no queda mucha crono y en montaña estoy con los mejores. Tengo que mantener el nivel de ayer en el Blockhaus, pero hay que esperar, tener paciencia, es una carrera de desgaste que puede pasar factura», ha explicado.
Landa, dolorido por los golpes contra el asfalto, espera recuperar el máximo nivel en la segunda semana de carrera, teóricamente con etapas más tranquilas.
«Me da moral estar arriba, siempre hay temor por los adversarios, pero ayer vimos dónde está cada uno, y yo estuve entre los mejores. Estoy tranquilo, si todo va bien estaré en la pelea. Espero que la caída no me afecte. Estoy algo dolorido, pero por suerte no es nada grave», ha señalado.
Sobre los favoritos a la maglia rosa en Verona, Landa ha indicado en primer lugar al ecuatoriano Richard Carapaz, pero en su lista hay más rivales peligrosos: «A Bardet se le vio ayer con buen nivel, es un corredor con experiencia, ha sido podio en el Tour, Almeida ha demostrado estar bien, es un ciclista constante y puede ser candidato, también otros como Hindley».
Segunda semana: para sprinters y aventureros
Ni el Etna ni el Blockhaus han sido capaces de definir la general de un Giro en el que los favoritos están apiñados en apenas 20 segundos y con todo por decidir.
Con el andaluz Juan Pedro López viviendo aún el sueño rosa, la carrera afrontará una segunda semana propicia para los sprinters y aventureros, con fin de semana exigente, sobre todo con la jornada del domingo, con protagonismo de la montaña.
Si un equipo ha sobresalido sobre el resto, ese ha sido el Ineos de Carapaz, con hombres como Porte, Sivakov y Narváez que hacen una gran labor en la montaña. Ese potencial podría ser determinante sobre todo en la tercera semana, cuando llegue la montaña de verdad.
Junto con Landa, en el top 10 se encuentra Pello Bilbao, a 1.22 minutos, y Alejandro Valverde un puesto después a un segundo más. El murciano, de 42 años, es el mejor del Movistar. Iván Sosa, el teórico líder, se encuentra a 5.53 en la general.
Con pocas incógnitas despejadas, el Giro ofrece una segunda semana que puede ser bonita para los sprinters. Contando la décima etapa camino de Jesi, los velocistas podrían tener cuatro "volatas" consecutivas, ya que luego Reggio Emilia, Génova y Cuneo son llegadas planas.
La etapa de este martes presenta al final alicientes para las emboscadas, con tres cotas y un total de 1.760 metros de desnivel. Esta jornada se divide en dos partes. La primera mitad es totalmente llana a lo largo de la carretera del Adriático, donde las dificultades residen en los obstáculos de tráfico presentes en los pueblos que se atraviesan.
La segunda parte, en cambio, está llena de pequeñas y medianas cotas y algunos muros nada fáciles. Unas puntuables y otras no.
Tras abandonar la línea de costa, la altimetría irá cambiando, así como las carreteras, que se irán estrechando. El pelotón subirá 4 cotas de 4a categoría puntuables, más las no puntuables que convertirán el trayecto en un rompepiernas en busca de la meta.
La carrera subirá de Civitanova hasta Crosette di Montecosaro (4,9 km al 2,2 por ciento), luego a Recanati (Colle Dell'Infinito, 3,4 km al 6,9), Filottrano, Santa Maria Nuova y Monsano (1,7 km al 6,2). Desde Monsano solo hay 9 km hasta la meta.
Los últimos kilómetros son de bajada por una carretera ancha hasta la ciudad de Jesi, a unos 1.400 metros de la meta. Tras una curva a la derecha el pelotón entrará en la recta final, en ligero ascenso al 2 por ciento.
El Giro se anima el sábado 21 en un circuito alrededor de Turín que incluye el Superga, el Colle della Maddalena y el Parco del Nobile a solo 4 kilómetros de meta.
Y el domingo 22 llegan tres señores puertos: Pila-Les Fleurs (1ª, 12,2 km al 6.9 por ciento), Verrogne (1ª, 13.9 al 7.1) y final en Cogne (2ª, 22.2 al 4.3). En la cima del último puerto el pelotón se dirigirá hacia la tercera y última jornada de descanso.