«Y que ustedes lo vean». Podría ser la respuesta de la grada albiazul a la pancarta de «El Glorioso volverá» que los aficionados gaditanos han desplegado en las gradas de Mendizorrotza, que pasa a a ser un templo del equipo gaditano, pues ha sido Gasteiz la ciudad en la que han obrado el milagro de la permanencia, condenando al Granada de otro gasteiztarra, Aitor Karanka a Segunda. Un gol del Choco Lozano en el 76, a los pocos minutos de ingresar al verde, unido al empate a cero de Los Cármenes –además errando un penalti–, han hecho que la fiesta haya sido amarilla y el hermanamiento total en el coliseo albiazul.
En clave albiazul, la afición ha vuelto a ser lo mejor de la temporada, con un apoyo incondicional al escudo y la entidad durante los 90 minutos, y las merecidas críticas desplegadas en varias pancartas. «Nacidos para sufrir, no para arrastrarnos», «afición entregada y comprometida busca directiva, secretaría técnica y jugadores a su altura» y «Que no quede nadie que deshonre nuestro escudo cuando volvamos» han sido los mensajes enviados por la grada de Polideportivo, con nítidos gritos de «directiva dimisión».
En lo deportivo, un Glorioso sin Pachecho, Laguardia, Rioja o Joselu –estos dos últimos no han sido siquiera convocados– apenas ha sufrido durante la primera parte ante un Cádiz agarrotado por la presión y que se ha estirado en una segunda en la que los cambios y, sobre todo, su necesidad les han hecho irse para arriba y han encontrado el premio del gol del Choco Lozano.